Según una fuente militar citada por el canal de televisión Al-Masirah, la concentración fue atacada con precisión, con decenas de muertos y heridos en sus filas.
El ataque lo llevaron a cabo con un avión teledirigido Qasef 2-K, que ha entrado en acción recientemente. Explota de arriba abajo a una distancia de 20 metros y es capaz de transportar una gran cantidad de explosivos.
Las imágenes filmadas por un realizador de vídeo muestran al dron acercándose a gran velocidad por encima de la tribuna, donde los oficiales de la coalición que encabezan los saudíes habían ocupado sus asientos para contemplar el desfile militar en la base aérea de Al-Anad en la provincia de Lahj, la más grande del Yemen.
Algunos pensaron que era un dron que venía a filmar el desfile. Pero cuando llegó sobre el podio, adornado con un retrato del Presidente Abed Rabbo Mansour Hadi, el dispositivo explotó, posiblemente C4, provocando una bola de fuego en el aire y lanzando numerosa metralla sobre la tribuna.
Cundió el pánico. El jefe del Estado Mayor de las fuerzas progubernamentales, el general Abdallah Al-Nakhi, su adjunto, Saleh Zendani, y el gobernador provincial, Ahmed Abdallah Turki, estaban presentes en la tribuna.
La suerte de un general emiratí que asistía al desfile sigue siendo desconocida. Fue evacuado en una ambulancia inmediatamente después del ataque.
Los medios de comunicación de las fuerzas gubernamentales, informaron de un gran número de muertos y heridos. El Jefe de Estado Mayor resultó gravemente herido durante el ataque.
El portavoz de las fuerzas rebeldes, el general Abdallah Al-Jafri, dijo que 150 soldados, entre ellos altos oficiales, resultaron muertos y heridos durante esta operación realizada con un dron teledirigido Qasef-2K contra la base estratégica de Al-Anad.
“Esta operación se llevó a cabo después de que se recogiera información de que la coalición está ampliando las filas de sus mercenarios con elementos takfiristas y salafistas para llevarlos a la batalla en el frente de la costa oeste”, dijo Al-Jafri, quien añadió que las fuerzas de la coalición no se librarán de los ataques de los drones, que no pueden derribar.
El portavoz de las fuerzas armadas, general Yehya Sarii, ha dicho que la operación es una respuesta a los ataques de la coalición contra civiles yemeníes y a la escalada de los mercenarios en los distintos frentes.
Para el general Sarii, “esta heroica operación inaugura la lucha en 2019. Este año traerá grandes victorias y ofensivas a menos que las fuerzas de la coalición de agresión pongan fin a su agresión contra nuestro país y nuestro pueblo”.
El 9 de enero los rebeldes también llevaron a cabo un
ataque con drones contra concentraciones de mercenarios en la región de
Baydaa, en el centro del país.
El año pasado los huthíes llevaron a cabo 38 ataques con drones; 28 de ellos atacaron a tropas de la coalición dentro del Yemen y otros 10 atacaron instalaciones y concentraciones militares fuera del Yemen, incluso en Arabia saudí y Emiratos Árabes Unidos.
Estados Unidos ensayó contra los huthíes los primeros drones, a los que hizo atacar “en enjambre”, seguidos luego por otros de Emiratos Árabes Unidos, que utilizó drones fabricados en China. Después los huthíes comenzaron a utilizar drones artesanales de fabricación civil que modifican para lanzar explosivos, en acciones similares a los inicios de la aviación de combate al comienzo de la Primera Guerra Mundial.