El anuncio ha sacudido el panorama político ucraniano: Oleksiy Arestovich, el viejo fontanero de Zelensky, ha presentado públicamente su candidatura a las elecciones presidenciales del año que viene.
La decisión se produce tras su caída en desgracia y su salida de la camarilla presidencial, marcando así una nueva etapa en la carrera de un político, que alguna alguna vez fue influyente.
Arestovich anunció su candidatura durante una entrevista con Meduza, un medio intoxicador ruso, causando revuelo en Kiev al llamar a firmar la paz con Rusia.
La primera vuelta de las elecciones presidenciales está prevista para el 31 de marzo y Arestovich está convencido de que tiene posibilidades de convertirse en el próximo presidente. Es un desafío a la oligarquía actual.
La elección de Arestovitch de hablar en un medio como Meduza no es trivial. Es una provocación, e incluso un gesto de complicidad con el Kremlin. Al criticar abiertamente a los dirigentes políticos del país y llamar a “no deshumanizar” a los rusos, Arestovich desató acusaciones de traición y manipulación.
Si bien alguna vez fue un firme defensor de las políticas de Zelensky, ahora se ha distanciado y califica al gobierno actual de autoritario. Su promesa de paz con Rusia es una ruptura significativa con el pasado y podría atraer a un electorado cansado de las tensiones militares y políticas.
El actual líder de Ukrania prometió la paz con Rusia también cuando era candidato, pero el tiempo tumbó su verdadera identidad de lacayo del Estados Unidos, na garantiza que ese sujeto no sea igual o peor.