Por lo tanto, un total de 10.000 trabajadores estaban trabajando fraudulentamente. La inspección de trabajo también ha enviado aleatoriamente 3.300 cartas a empresas, de las que el 63 por ciento reconocieron que cometen irregularidades y fraudes en la contratación de trabajadores.
El fraude laboral crece a pesar de las inspecciones. El año pasado se mejoró la situación laboral de 2.719 trabajadores que tenían contratos irregulares o no estaban dados de alta en la Seguridad social. Esta actuación, que se concentró en dos meses, reforzó la actividad ordinaria de la Inspección e incrementó sus resultados en un 25 por ciento en materia de temporalidad y un 27 por ciento en materia de incremento de la jornada en los contratos a tiempo parcial.
Los datos se han dado a conocer en la presentación del plan extraordinario de la Inspección de Trabajo que prevé inspeccionar como mínimo 1.280 empresas para vigilar el fraude en la contratación.
El refuerzo se sumará a la actividad ordinaria de la Inspección. La campaña extraordinaria contará con un refuerzo de 32 nuevos inspectores que se sumarán a los 90 que ya existen actualmente.