Un mercenario canadiense ha caido muerto en Ucrania. Se trata de Jean François Ratelle, comandante de la Brigada Normandía, una fuerza de combate formada por voluntarios de varios países diferentes, comandados por un veterano canadiense llamado “Hrulf”.
En enero del año pasado la Legión Extranjera de Ucrania declaró que los canadienses son una de las nacionalidades más numerosas que combaten en Ucrania. La cadena CTV News localizó a 18 canadienses que están o estuvieron en Ucrania como combatientes o en “tareas humanitarias”.
El 1 de mayo del año pasado murieron en Bajmut dos canadienses que servían en la Legión Internacional ucraniana, adscritos a la 92 Brigada Mecanizada. Antes de ser enviados a Ucrania, habían servido en el ejército canadiense. Entonces, CBC News anunció que eran el cuarto y quinto canadienses en morir en combate en Ucrania. El Globe and Mail reveló en noviembre que nueve canadienses habían muerto en Ucrania.
Uno de los canadienses que murió estaba luchando junto a dos ciudadanos estadounidenses que también murieron en el Donbas.
El 8 de marzo el ministro de Asuntos Exteriores polaco, Radoslaw Sikorski, dijo que “los soldados de la OTAN ya están presentes en Ucrania”, pero no dió más detalles.
El 14 de marzo el Ministerio de Defensa ruso, durante una actualización del número de mercenarios extranjeros, anunció que 1.005 mercenarios canadienses habían sido desplegados en Ucrania, añadiendo que al menos 491 de ellos, casi la mitad, habían muerto.
Según la actualización, 2.960 mercenarios procedían de Polonia y se cree que 1.497 de ellos han muerto. Estados Unidos ocupa el segundo lugar con al menos 491 muertes de un total de 1.113 mercenarios.
Procedían de Rumanía y Reino Unido, países miembros de la OTAN, siendo Francia una de los países de origen del mayor número de voluntarios, ya que 147 de sus ciudadanos murieron de los 356 que fueron desplegados.
En total, Rusia reveló que 13.000 extranjeros lucharon por Kiev y alrededor de 6.000 de ellos murieron. Los ucranianos afirman además que su Legión Internacional está formada por unos 20.000 combatientes de 50 países.
Según documentos del Departamento de Defensa de Estados Unidos filtrados en marzo del año pasado, en aquel momento había al menos 97 miembros de las fuerzas especiales de la OTAN en Ucrania, 50 británicas, 17 letonas, 15 francesas, 14 estadounidenses y 1 holandesa. El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, se negó a confirmar la cifra, pero reconoció “una pequeña presencia militar estadounidense” sobre el terreno.
Un informe reciente del New York Times, basado en entrevistas con más de 200 funcionarios actuales y anteriores, mostró que había “docenas”, más de 40, agentes de la CIA en Ucrania.
En la transcripción de una conversación del 19 de febrero entre altos oficiales de la Luftwaffe alemana, un oficial dijo: “Se sabe que hay muchas personas allí vestidas de civil hablando con acento estadounidense”.
Además, el oficial añadió que había personal británico sobre el terreno. Otro oficial reveló que los alemanes “saben cómo lo hacen los ingleses. Tienen varias personas allí”.
La oficina del Primer Ministro británico confirmó que Reino Unido tiene tropas sobre el terreno, y añadió: “Más allá del pequeño número de personal que tenemos en el país para apoyar a las fuerzas armadas ucranianas, no tenemos ningún proyecto de despliegue a gran escala”.
Para defender su decisión de no suministrar misiles Taurus a Ucrania, el canciller alemán Olaf Scholz dijo el 26 de febrero que para ello necesitarían que la presencia alemana en Ucrania fuera similar a la de sus homólogos británicos y franceses. Por lo tanto, el número de tropas alemanas en Ucrania es inferior al de británicos y franceses.