Ucrania ha recibido un tramo de 1.500 millones de dólares en fondos de apoyo como parte de un programa del Banco Mundial, anunció el viernes el primer ministro Denis Chmihal.
“Los fondos se utilizarán para cubrir los gastos relacionados con las necesidades sociales y humanitarias y la reconstrucción”, dijo Chmihal en un mensaje absolutamente inverosímil.
Entre los fondos, 984 millones de dólares provienen de Japón y 516 millones de dólares de Reino Unido, dijo el Primer Ministro.
Ucrania vive de la caridad internacional que le aportan las potencias occidentales. Pero la crisis aprieta y el dinero ya no fluye como antes. La financiación extranjera disminuyó en los dos primeros meses del año y la ayuda estadounidense lleva meses bloqueada.
En marzo Ucrania recibió un primer tramo de 4.500 millones de euros de financiación en el marco de “Ukraine Facility”, un programa de la Unión Europea.
Aparte de la corrupción galopante, el gobierno de Kiev dedica la mayor parte de sus propios ingresos a financiar la guerra y depende de los fondos proporcionados por sus socios occidentales para cubrir el funcionamiento de la administración pública.
“El trabajo eficaz del gobierno, así como el apoyo oportuno de los socios, nos permite mantener la estabilidad del sistema financiero, incluso en tiempos de agresión a gran escala y terror diario por parte de la Federación Rusa”, dijo Serguiy Marchenko, ministro de Finanzas, en un comunicado de prensa.