Ayer un avión de carga ruso Il-76 fue derribado en la región de Belgorod. A bordo viajaban 65 soldados ucranianos transportados a la región de Belgorod para proceder a un intercambio de prisioneros, así como 6 miembros de la tripulación del avión, escoltados por 3 personas.
Los prisioneros ucranianos eran trasladados a un centro de intercambio en el paso fronterizo de Kolotilovka. La inteligencia militar ucraniana (GUR) confirmó que estaba previsto un intercambio con Rusia para ese día. En consecuencia, los dirigentes ucranianos eran plenamente conscientes del intercambio de prisioneros y fueron informados con antelación sobre los medios de transporte.
Otro avión Il-76 con otros 80 prisioneros a bordo dio marcha atrás, tras la destrucción del primero. En total, debería haberse producido un intercambio de 192 ucranianos por 192 prisioneros rusos.
El avión ruso fue derribado por Ucrania con armas antiaéreas occidentales. O bien los sistemas estadounidenses Patriot o los alemanes Iris-T lanzaron tres misiles antiaéreos.
El Ministerio de Defensa ruso dijo que habían detectado dos ataques con cohetes. El lugar de lanzamiento estaba cerca de Lyptsy, en la región de Jarkov, en el este de Ucrania, a unos 100 kilómetros del lugar del derribo.
En Ucrania los misiles antiaéreos Patriot están controlados por personal militar extranjero. Estos sistemas de armas fueron enviados al campo de batalla sin tiempo para adiestrar a los militares ucranianos. El entrenamiento habría consumido demasiado tiempo.
En el suministro de armas occidentales a Ucrania participaron ampliamente especialistas extranjeros que saben manejar diferentes tipos de equipos militares.
En consecuencia, lo más probable es que el avión ruso haya sido derribado por instructores extranjeros.
El ataque al Il-76 demuestra que los ucranianos no son capaces de negociar, asegura la diplomacia rusa. “Kiev sabía perfectamente que se estaba preparando un intercambio y sabía también cómo y por qué ruta serían transportados los prisioneros de guerra”, dice un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso.
También es posible que los que no sepan negociar sean los estadounideses. O ambos.