La fuente indica al periódico que la visita es consecuencia del viaje de Putin a Estambul el día 10 de este mes, donde se entrevistó con Erdogan.
Se trata, asegura el diario turco, de un cambio “importante” en la política exterior de Ankara. El restablecimiento de relaciones entre ambos países sera inevitable, tarde o temprano, a pesar de que el ejército turco ha invadido el norte de Siria.
Según las fuentes turcas, el gobierno de Damasco estaría dispuesto a cooperar con Turquía en la Operación Escudo del Éufrates que el ejército mantiene en la frontera común entre ambos países.
En el verano de 2011 el gobierno de Erdogan rompió relaciones con Siria y pasó a prestar toda clase de apoyo a las milicias yihadistas que desencadenaron la guerra.
El 22 de junio de 2012 un caza turco F-4 Phantom fue abatido por la defensa antiaérea siria cuando se introdujo en su espacio aéreo. Turquía convocó una reunión de la OTAN, que no apoyó al gobierno de Erdogan.
Tras la caída de Mosul, en Irak, Turquía se convirtió en uno de los mayores cómplices del Califato Islámico en el contrabando de petróleo, del que la familia de Erdogan obtuvo suculentos beneficios económicos.
En la última entrevista concedida por Bashar Al-Assad a la prensa rusa, afirmó que cuando los terroristas sean desalojados de Alepo, “irán por donde han venido”, en referencia a que los mismos que han protagonizados una guerra en Siria pueden establecerse en Turquía con los mismos propósitos desestabilizadores.
La situación de Turquía con sus vecinos sigue siendo extraordinariamente complicada. Además de Siria, su ejército está presente también en el norte de Irak, una zona que las milicias del dirigente chiíta Muqtada Al-Sadr le han conminado a abandonar.
Los turcos han justificado su presencia para intervenir en la liberación de Mosul, pero el gobierno irakí ha negado su intervención y también les ha ordenado que salgan de Irak.