Una nota informativa difundida por la Casa Blanca amenza con deportar “a todos los extranjeros residentes que se unieron a las protestas pro-yihadistas”. Para ello Trump firmará un decreto para anular los visados de los estudiantes universitarios no ciudadanos que hayan participado en las protestas contra el genocidio de Gaza.
“Cancelaré rápidamente los visados de estudiante de todos los simpatizantes de Hamas en los campus universitarios, que han estado infestados de radicalismo como nunca antes”, dice la nota.
Aunque el decreto aún no se ha firmado, la Casa Blanca ha publicado materiales en apoyo de la orden y los funcionarios de la Casa Blanca han confirmado que el anuncio es inminente.
La represión intenta acabar con los críticos del genocidio israelí. “Mi promesa a los judíos estadounidenses es esta: con su voto, seré su defensor, su protector y seré el mejor amigo que los judíos estadounidenses hayan tenido en la Casa Blanca”, se lee en la nota.
El decreto obliga al Ministerio de Justicia a “perseguir agresivamente las amenazas terroristas, los incendios provocados, el vandalismo y la violencia contra los judíos estadounidenses” y “toma medidas enérgicas y sin precedentes para reunir todos los recursos federales para combatir la explosión del antisemitismo en nuestros campus y en nuestras calles desde el 7 de octubre de 2023”.
La represión ya ha sido condenada por grupos como el Consejo de Relaciones Estadounidenses-Islámicas (CAIR), que la calificó de “deshonesta, exagerada e inaplicable”.
“La revocación de visas de estudiantes no debería utilizarse para castigar y filtrar ideas que el gobierno federal desfavorece”, dijo Sarah McLaughlin, investigadora de la Fundación para los Derechos Individuales y la Expresión (FIRE) en materia de Expresión Mundial. “La fortaleza del sistema de educación superior de nuestra nación se deriva del intercambio de la más amplia gama de opiniones, incluso las impopulares o disidentes”.
“Apoyamos a los estudiantes que se manifiestan con tanta valentía y arriesgan sus cuerpos y sus carreras académicas para salvar vidas y exigir el fin de la destrucción de Gaza por parte del ejército israelí. Como judíos, nos negamos a ser peones de la toma autoritaria del poder por parte de la extrema derecha”, dijo Stefanie Fox, directora ejecutiva de Jewish Voice for Peace.
“A Trump y sus compinches no les importa la seguridad de los judíos; de hecho, ellos y los nacionalistas blancos que los apoyan son la mayor amenaza para los judíos estadounidenses. Están librando una campaña contra todos aquellos que son lo suficientemente valientes como para desafiar su poder”, añade el comunicado de la organización judía.
Alia El Assar, directora de organización de medios en Adalah Justice Project, dijo que los congresistas están adoptando estas medidas draconianas para infundir miedo en las comunidades y disuadir de hablar contra las matanzas israelíes.
“Estamos centrados en protegernos unos a otros”, dijo. “No queremos olvidar nuestro poder, en particular el de aquellos de nosotros que no corremos el riesgo de ser deportados. Tenemos que asegurarnos de que estamos defendiendo a nuestra gente, ya sean estudiantes internacionales u otros, no permitiremos que prevalezca el pánico en nuestras comunidades”.
“En el sistema actual en Estados Unidos la clase dominante se beneficia de la muerte y la destrucción”, añadió. “Están desviando recursos de nuestras comunidades y culpando a la gente negra y morena, a la gente que está alzando la voz por la justicia”.
Las organizaciones prosionistas y los grupos de guerra judicial han estado presionando para que las universidades tomen medidas enérgicas contra la solidaridad hacia Palestina durante años, pero han aumentado drásticamente sus esfuerzos durante el genocidio de Gaza.
La organización sionista Betar incluso ha creado un listado de estudiantes extranjeros involucrados en las protestas de Gaza con la esperanza de que el gobierno de Trump los deporte. “Hemos comenzado a comenzar a hacer listas de ciudadanos extranjeros que odian a los judíos con visados que apoyan a Hamas”, dijo Ross Glick, director de la organización en Estdos Unidos.
Palestina afecta al corazón de las inversiones universitarias
Si bien la represión aumentará con Trump, los estudiantes solidarios con Palestina ya se enfrentaban a la represión bajo el gobierno de Biden. El otoño pasado la Universidad de Cornell amenazó al estudiante de posgrado británico-gambiano Momodou Taal con una expulsión después de participar en una protesta en el campus. La expulsión anuló el visado de Taal. Finalmente la universidad dio marcha atrás en respuesta a una campaña de presión a escala nacional.
“Sigo diciendo que estas tácticas represivas no pueden divorciarse del problema en sí”, dijo Taal poco después de que la universidad suspendiera su expulsión. “El problema es que se trata de Palestina, porque llega al corazón de las inversiones universitarias. Va al corazón del imperio”.
En la campaña presidencial Trump dejó en claro que apuntaría a los defensores de Palestina como parte de su vasto plan de deportación. “Si me reeligen, vamos a hacer retroceder ese movimiento 25 ó 30 años”, dijo a un grupo de donantes prosionistas en mayo.
En su primer día en el cargo Trump desató una segunda “Prohibición Musulmana”, firmando un decreto que ordena compilar una lista de países “para los cuales la información de investigación y selección es tan deficiente que justifica una suspensión parcial o total de la admisión de nacionales de esos países”.
El nuevo decreto va incluso más allá de la medida de Trump de 2017, con un lenguaje que permite al gobierno negar visas basándose en opiniones políticas, creencias y antecedentes culturales. Era un manera de atacar a los defensores de Palestina.
“Aprendieron de sus ‘errores’ la última vez”, dijo la profesora de la Universidad de Colorado y académica legal Maryam Jamshidi. “Sabemos, en base a las declaraciones que han hecho Trump y otros, que las nuevas disposiciones se utilizarán para atacar a los manifestantes pro-Palestina”.
La “Prohibición Musulmana 2.0” ha sido condenada por grupos de derechos humanos y organizaciones de inmigrantes. “No podemos permitir que los gobiernos sigan erosionando nuestros derechos amparados por la Primera Enmienda o que reaviven el miedo y la desconfianza que definieron la era posterior al 11 de septiembre”, afirmó el Comité Estadounidense-Árabe Antidiscriminación (ADC) en una declaración.
“Oponernos a estas medidas regresivas es nuestra responsabilidad compartida. Si permitimos esta erosión de los derechos de una comunidad, ponemos en riesgo las libertades de todos”, concluyen.
—https://mondoweiss.net/2025/01/report-trump-to-cancel-student-visas-for-palestine-protesters/