En el segundo día de las protestas de miles de campesinos, algunas carreteras permanecían bloqueadas por camiones, piedras y llantas en las regiones andinas de Junín, Huánuco, Ayacucho, Apurímac, Pasco y Huancavelica, en el centro y sur del país.
El Ministerio del Interior reconoció en un comunicado que murieron dos campesinos en las ciudades de Cerro de Pasco y Huancavelica. Sin embargo, el secretario de la Comisión Nacional de Productores de Papa, David Lazo, dijo que eran tres los fallecidos, incluyendo a una campesina que murió en la localidad de Concepción, en Junín.
Los trabajadores de papa piden al gobierno que el Estado compre la superproducción local del tubérculo -que generó que el precio cayera abruptamente el año pasado-, además de un mayor acceso a mercados, apoyo técnico y barreras a la importación de papa precocida importada de Europa.
Según Lazo, ayer dirigentes campesinos seguían manteniendo reuniones con representantes del gobierno en Lima pero aún no habían logrado un acuerdo.
Esta es la segunda huelga que realizan en el mes. La primera paralización de los productores de papa a inicios de enero afectó la oferta del tubérculo y elevó sus precios en los mercados, impactando en la inflación mensual.
Los campesinos exigen que se declare en emergencia el sector y que el gobierno peruano cumpla con sus compromisos para que se permita vender los productos al Estado y a un mayor precio.
“Este problema no es de ahora, es por falta de una planificación agraria, un sistema de información, órganos de comercialización. Hay cero medidas de protección del gobierno”, dijo Lazo.
En enero el gobierno aprobó un decreto de urgencia que facultaba a cinco regiones a comprar la superproducción de papa blanca para programas sociales hasta por un millón y medio de soles (468.750 dólares) por región, pero Lazo dijo que aún no habían transferido los fondos para concretar las compras.