Lieberman, ministro israelí de Defensa |
Los comentarios de Lieberman suponen un punto de inflexión para Israel, donde los altos funcionarios predecían, desde 2011 hasta mediados de 2015, que Assad perdería el control de su país y sería derrocado o que el Estado colapsaría.
“Veo una larga cola internacional que se alinea para cortejar a Assad, incluyendo a naciones occidentales, incluyendo a sunitas moderados. De repente todo el mundo quiere acercarse a Assad. Esto no tiene precedentes. Porque Assad está ganando, todo el mundo se mantuvo firme”, dijo el sitio de noticias Walla de Israel.
“Esperamos que Estados Unidos sea más activo en la arena siria y en Oriente Medio en general”, dijo Lieberman. “Nos enfrentamos a rusos, iraníes, y también a los turcos y Hezbollah, y esto no es una cuestión fácil de tratar”.
Desde su nacimiento, Israel está en guerra permanente con Siria, una situación que se agravó cuando en 1967 los sionistas ocuparon los altos del Golán, una anexión condenada por la ONU en varias ocasiones.
En 1982 Israel desató la Operación Paz en Galilea, un nombre sarcástico para referirse a la invasión del Líbano, donde se enfrentaron a las organizaciones palestinas, a la resistencia libanesa y al ejército regular sirio.
Hace 10 años, el 6 de setiembre de 2007, la aviación israelí lanzó la Operación Orchard, bombardeando y destruyendo un reactor nuclear sirio.
Tras el inicio en 2011 de la agresión contra Siria, Israel ha prestado todo tipo de ayuda a los yihadistas, e incluso ha atacado al país de manera directa, especialmente ataques aéreos a partir de 2013.
El 31 de enero de 2013 aviones israelíes atacaron un convoy de armas del ejército sirio en el norte de Damasco y lo destruyeron.
El 28 de abril otro avión israelí sobrevoló el Palacio Presidencial de Al-Assad y destruyó un centro de armamento cerca de Damasco.
El 4 de mayo atacaron otro convoy que transportaba armas.
Al dia siguiente se produjeron seis ataques aéreos en Damasco, matando a 15 soldados del ejército regular.
El 18 de enero de 2015 seis milicianos de Hezbollah y un oficial del ejército iraní murieron en un ataque cerca de Quneitra, en la parte siria de los altos del Golán.