En buena lógica mercantil, y teniendo en cuenta que las distintas formaciones políticas, que se dice, no han conseguido formar gobierno, que es lo principal y primero que se pide tras unas elecciones generales, o sea, han fracasado, lo normal, decimos, sería que devolvieran el dinero gastado o, en su defecto, sufragaran de sus bolsilllos la campaña que se avecina. Por supuesto, no harán nada de esto, estamos bromeando, porque no se nos escapa que, primero, no tienen militantes ni apenas afiliados que coticen, segundo, es el Estado quien mantiene a los partidos dándoles elevadas sumas de dinero en proporción al número de votos obtenidos concluyéndose de ello que los partidos políticos son verdaderos «aparatos del Estado», y tercero, que será, otra vez, el contribuyente -como dicen los telefilms gringos- quien pague dos veces -ya lo hizo la primera convocatoria el 20-D- los manejos y chapuzas de esta «casta», incluido, obviamente, «Podemos», que ni se acuerda ya de ese término que les sirvió al principio para agitar las aguas del marasmo bipartidista en el Reino de España y animar el cotarro del ruedo ibérico que es España, la vieja España.
Pero hay un corolario que no se dice y se oculta, una especie como reprimenda del «apparatchik» que forman el tinglado partitocrático al pueblo español conminándole a votar de nuevo porque ¡¡¡¡¡ han votado mal !!!!! Y que no se abstengan y se porten como buenos ciudadanos y pasen por las urnas… caudinas, como es su obligación. Amén.
Buenos días.