En junio Annalena Baerbock, dirigente de los Verdes y ministra de Asuntos Exteriores del gobierno de Alemania, pronunció un discurso sobre las antiguas colonias africanas (1). Afirmó que su país tenía la “responsabilidad histórica” por el “genocidio infligido al pueblo herero y nama” en Namibia a principios del siglo pasado.
Baerbock, una ministra con ancestros nazis, considera que el famoso “holocausto” es el peor crimen que el mundo haya conocido. Alemania debe afrontar su pasado, dice la ministra, aunque el presente es otra cosa. Los genocidios actuales no cuentan y hasta dentro de cien años no aparecerá la mala conciencia, las culpas y los remordimientos.
En lo que va de siglo el peor crimen que ha conocido la humanidad es el de Gaza, pero el problema de los crímenes actuales es que no son historia y para expiar las culpas tienen que dejar de ser política. Sólo se asumen cuando son inofensivas, cuando ya no se puede hacer para evitarlos. Nunca antes.
Hoy Alemania es corresponsable de los crímenes de guerra que Israel está cometiendo en Gaza. En los últimos tres meses el gobierno al que pertenece Baerbock ha aprobado envíos de armas a Israel por valor de más de 100 millones de dólares.
Alrededor de un tercio de las armas importadas por Israel entre 2019 y 2023 procedieron de Alemania. Sólo Estados Unidos ha sido un mayor proveedor externo de armas a Israel durante ese período.
En público los Verdes dicen -hipócritamente- que no van a aprobar más entregas de armas a Israel y -en el colmo de los rídículos- exigen una garantía por escrito de que las armas alemanas no se utilizarán para cometer un genocidio en Gaza.
Por su parte, el canciller alemán Scholz dice una diferente: su gobierno continuará enviando armas a Israel, sin necesidad de garantías escritas ni verbales. Los Verdes no se han opuesto a su canciller, al menos en público.
Además, Alemania está protegiendo a Israel de la acusación de genocidio. Cuando Sudáfrica acudió al Tribunal Internacional de Justicia denunciando que Israel estaba cometiendo un genocidio en Gaza, el gobierno de Berlín se apresuró a indicar que intervendría en nombre de Israel. La propia Baerbock dijo en enero que no veía que Israel estuviera cometiendo un genocidio en su guerra contra los palestinos de Gaza, que describió como “autodefensa”.
En una entrevista con Deutsche Welle en noviembre del año pasado, Baerbock explicó que “estamos decididos a cumplir con nuestra responsabilidad como alemanes”. Es la mala conciencia que han fabricado en la Alemania de la posguerra, donde Israel es una extensión de la propia República Federal santificada por la expresión “la seguridad de Israel es la razón de Estado de Alemania” (3).
En resumen, los nazis alemanes han sustituido el uniforme marrón por el verde.
(1) https://www.auswaertiges-amt.de/en/newsroom/news/rede-kolonialismus/2660400
(2) https://www.middleeasteye.net/live-blog/live-blog-update/germany-approves-over-100m-arms-exports-israel
(3) https://www.dw.com/en/baerbock-israel-has-to-protect-its-population/video-67512516
La siempre vigente tradición cristiana de ir a confesarse los domingos para «lavar los pecados» y, a partir del día siguiente, volver a cometer las mismas atrocidades confesadas. No olvidar ni perdonar. Juicio y castigo siempre.