Nikolai Kovaliov |
“Los responsables turcos y saudíes son conscientes de que en caso de despliegue de sus fuerzas en el territorio sirio, la Fuerza Aérea rusa probablemente les bombardeará”, dijo Kovaliov, que es también miembro del Comité de Seguridad de la Duma (Parlamento ruso).
“Si las fuerzas turcas y saudíes entran en Siria, ellas serían indistinguibles de los terroristas y Rusia actuará a demanda del gobierno legítimo de Siria”, añadió.
Arabia Saudí y Turquía han afirmado que tienen planes para enviar fuerzas terrestres a Siria.
Casi todos los grupos terroristas que actúan en Siria están sostenidos por Arabia saudí y Turquía. Muchos terroristas y sus dirigentes son de nacionalidad saudí y de religión wahabí, que es oficial en el reino saudí. Cientos de clérigos saudíes están integrados en las filas del Califato Islámico y el Frente Al-Nosra, la filial de AlQaeda en Siria.
En las escuelas de Raqqa, la autoproclamada capital del Califato Islámico en Siria, se enseña el wahabismo en manuales escolares saudíes, que son los únicos permitidos allí.
Damasco, Teherán y Moscú han advertido a Riad, señalando que los gobiernos turco y saudí intentan rescatar a los grupos terroristas que sufren fuertes derrotas en estos días. Los tres gobiernos señalan que actuarán coordinadamente contra las tropas invasoras que crucen la frontera.
Recientemente, el primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, advirtió de una guerra mundial si militares extranjeros no autorizados por Damasco entraban en Siria.