Al final, el joven de 19 años dijo que recibió 1.000 pesos (22 dólares) a cambio de entregar su cédula de identidad durante las elecciones presidenciales del domingo. Jayson tenía un plan B para solicitar ofertas, –“Caminaré por ahí con mi tarjeta pegada en la frente”— pero no tuvo necesidad de usarlo. Su amigo, Luis, de 21 años, lo hizo aún mejor. Dijo que le pagaron cerca de 28 dólares por votar por el Partido de la Liberación Dominicana, el partido gobernante. “Tomé el dinero, pero después voté por quien yo quise”.
En momentos en que el presidente Danilo Medina se encamina a la reelección, con un 62 de los votos, según un recuento preliminar, los partidos de oposición aseguran que todo ha sido un fraude. En todo el país y el espectro político, distintos candidatos dijeron que la compra de cédulas de identidad y de votos proliferó. Los canales de televisión mostraron cómo se hacían las transacciones justo en frente de los centros de votación.
Roberto Rosario, el presidente de la Junta Central Electoral, dijo que todos los partidos estaban involucrados, aunque manifestó que esas prácticas “no alterarían los resultados” de las distintas votaciones locales y nacionales que se llevaron a cabo el domingo. Antes de las elecciones la Junta implementó nuevas normas para evitar fraudes y Rosario dijo que los mismos partidos tienen que asumir parte de la responsabilidad para que el proceso sea transparente.
Héctor Olivo, director de comunicaciones del Partido por la Liberación Dominicana de Medina, dijo que el grupo “nunca había estado involucrado en tales prácticas. Por lo que no es algo a lo que pueda referirme”.
Observadores electorales de la Organización de los Estados Americanos dijeron en un comunicado que habían “visto masas de personas alrededor de los centros de votación” y que habían recibido “quejas por la compra de votos y cédulas electorales”.
Como parte del intento para reducir los abusos se entregaron a los votantes nuevas tarjetas de identificación y se instalaron escáneres de huellas dactilares en los centros de votación. El consejo electoral dijo que las medidas evitarían que la gente votara más de una vez, o que votaran con la identificación de otra persona.
No obstante, esas medidas de protección sólo hicieron que algunos estrategas de partido cambiaran de tácticas. En una variante, los punteros políticos locales rastillaron los vecindarios para identificar a los votantes que planeaban apoyar a un grupo rival y les ofrecieron alquilar sus cédulas por el día, hasta el cierre de los comicios, el esquema con el que lucró Jayson.
Julio de la Rosa, coordinador de la Alianza Dominicana Contra la Corrupción, dijo que las nuevas medidas representan un avance en cuanto a la transparencia de las elecciones. Sin embargo, “aún se ven campañas que proporcionan alimentos, regalos, e incluso combustible gratuito”.