Sacyr atribuye su crisis a la caída del ladrillo. Hasta ahora la constructora ha afrontado la crisis con la recolocación de trabajadores en obras internacionales o en otras divisiones del grupo, como concesiones o servicios.
Pero el desplome no ha parado. Sacyr acumula un descenso de facturación del 80 por ciento en los últimos cinco años y la falta de perspectivas de mejora en España le obligan a plantear un despido en masa.
El monopolio planteará el despido a los sindicatos en los próximos días, para iniciar el preceptivo periodo de negociación de quince días.
Con este ajuste, Sacyr se suma a otras grandes constructoras, como FCC y Acciona que también abordaron ajustes en sus plantillas en España, si bien en su caso lo hicieron en los primeros años de la crisis. También realizaron ajustes Isolux y Comsa.
El monopolio acomete este despido masivo mientras aborda una nueva estrategia de crecimiento para 2020 centrada en su expansión internacional y el impulso de nuevos negocios como son la construcción industrial y la ingeniería.
En su cotización en bolsa la empresa también está bajo mínimos, afectada por el descenso generalizado de los mercados y su participación como segundo accionista en Repsol, valor a su vez penalizado por el descenso del precio del crudo.
Sacyr asegura tener ya provisionado el ajuste que a su vez realizará Repsol por la caída del petróleo en sus cuentas de cierre de 2015 que presentará en las próximas semanas.
El grueso de los contratos de construcción de la empresa están fuera de España. Actualmente el monopolio ultima las obras de ampliación del Canal de Panamá y acomete el trazado de tres autopistas en Colombia.