Pronto el Kremlin anunciará más cambios en su doctrina sobre el uso de armas nucleares y las nuevas líneas rojas que se desprenden de los planes de destrucción de Rusia que se emiten a diario en la televisión estadounidense.
Así lo ha explicado el programa de entrevistas “60 minutos” de la televisión pública rusa. Yevgeny Popov, presentador del programa y diputado de la Duma, puso en pantalla numerosos vídeos de las televisiones occidentales, incluida una larga declaración del general Ben Hodges, comandante de las fuerzas estadounidenses en Europa entre 2014 y 2017.
Los ucranianos, dijo Hodges, deben recibir misiles de precisión de largo alcance para atacar Crimea rusa y también más adentro del corazón de Rusia.
El programa se grabó en el contexto de la expectativa de una ofensiva masiva rusa que comenzará en cuanto se acerque el aniversario del inicio de la guerra. La inminente derrota del ejercito ucraniano centra los planes de Washington.
Uno de los tertulianos habituales de “60 minutos” miró de frente a las cámaras y dijo: “La doctrina nuclear rusa se está revisando a la luz de estos planes agresivos que se están aireando en Estados Unidos, de modo que Rusia está evolucionando hacia una política de tácticas preventivas similar a la estadounidense”.
Si Ucrania apunta a Crimea y al corazón de Rusia, dijo el tertuliano, Rusia responderá de acuerdo con los planes que se están desarrollando. “Estos planes incluyen contraataques contra instalaciones militares estadounidenses en Europa y América utilizando misiles hipersónicos”, apuntó.
El tertuliano dijo, además, que esta la amenaza de contraataques contra Europa y Estados Unidos se debía hacer pública y explícita, para que nadie se lleve a engaño de lo que pueden esperar del Kremlin.
Así están las cosas. Poco a poco los rusos van abandonando la ficción de una guerra por delegación y reconociendo que el enemigo al que combaten en Ucrania son Estados Unidos y sus aliados de la OTAN.