Los finlandeses podrían quedarse sin electricidad. Rusia ha anunciado que suspenderá su suministro a partir de hoy, según anunció el proveedor RAO Nordic Oy, propiedad de la empresa rusa InterRAO. La decisión se justifica por las facturas impagadas.
El corte se produce en el momento en que Finlandia ha anunciado su voluntad de entrar en la OTAN sin demora, lo que ha aumentado las tensiones con Moscú. La nueva política de Helsinki es muy mal vista en Moscú, que ha amenazado con una respuesta técnico militar.
Ayer Nordic Oy dijo en un comunicado que no había recibido el pago de la electricidad suministrada a Finlandia desde el 6 de mayo, alegando la falta de fondos para pagar la electricidad importada de Rusia. “Esta situación es excepcional y se produce por primera vez en más de 20 años”, dice el comunicado. “Por lo tanto, nos vemos obligados a suspender la importación de electricidad a partir del 14 de mayo”, anuncia la empresa. “Esperamos que la situación mejore pronto” y se reanuden las entregas desde Rusia, añade.
RAO Nordic es el principal importador de electricidad de Rusia a los mercados nórdicos, opera en la Unión Europea desde 2002 y tiene su sede en Helsinki. El operador de la red eléctrica finlandesa dijo que podía prescindir de las importaciones de energía de Rusia. “Estábamos preparados para esto y no será difícil. Podemos arreglárnoslas con un poco más de importaciones de Suecia y Noruega”, dijo Timo Kaukonen, director de operaciones del operador Fingrid.
Pero eso no es verdad. Finlandia recibe de Rusia el 12 por cien de la electricidad, que no es un porcentaje muy grande. El otro 88 por cien lo producen dos centrales nucleares que funcionan con tecnología rusa y materia prima, uranio, también procedente de Rusia en su totalidad. El 92 por cien del gas que consume Finlandia procede igualmente de Rusia.
El jueves el presidente y el primer ministro de Finlandia se declararon partidarios de entrar en la OTAN “sin demora”. La decisión del país nórdico se anunciaría a la organización el domingo.
El Kremlin reaccionó diciendo que la entrada de Finlandia en la OTAN es “ciertamente” una amenaza para Rusia. La diplomacia rusa dijo que Rusia se vería “obligada a tomar medidas recíprocas de carácter técnico-militar y de otro tipo para poner fin a las amenazas a su seguridad nacional” si Finlandia se unía.
Durante 80 años ambos países, Finlandia y Rusia, han mantenido excelentes relaciones de vecindad, que ahora se deterioran por presiones de Estados Unidos, que obliga al país nórdico a abandonar su tradicional política de neutralidad.