El viernes el Ministerio de Defensa británico anunció que Rusia había desplegado al menos un lanzador de misiles termobáricos en su propio territorio para contrarrestar los ataques sobre Belgorod, una región fronteriza con Ucrania que ha sido objeto de ataques aéreos en los últimos días.
El Ministerio de Defensa ruso ha confirmado la información en un comunicado de prensa, afirmando que había desplegado helicópteros de ataque y el lanzacohetes termobárico pesado TOS-1A para repeler los ataques de la OTAN.
Rusia “ha desplegado toda la gama de potencia de fuego militar en su propio territorio” en respuesta a los recientes ataques de la OTAN contra Belgorod, reconocen los militares británicos (*).
El ejército ruso desplegó lanzacohetes termobáricos en Ucrania desde las primeras semanas de la guerra, aunque el sistema TOS-1 data de la época soviética y fue utilizado por primera vez por el ejército ruso en Chechenia. El ejército ruso los califica como “lanzallamas”, aunque las tropas lo laman “Buratino”, que es el equivalente ruso de ”Pinocho”.
También conocidas como bombas de vacío, las armas termobáricas pueden causar daños devastadores en regiones muy amplias, con potentes ondas de choque.
El lanzacohetes termobárico pesado TOS-1A va montado en el chasis de los tanques T-72 modificados y es capaz de disparar cohetes hasta seis kilómetros de distancia.
Este tipo de armas utiliza el oxígeno del aire circundante para generar una explosión a alta temperatura y una onda expansiva mucho más potente y de mayor duración que un explosivo condensado convencional.
Se usaron en Afganistán y Siria contra fortificaciones, túneles y cuevas, ya que la presión y las partículas explosivas se adentran durante un largo tiempo en los espacios reducidos, provocando efectos devastadores en su interior.
(*) https://twitter.com/DefenceHQ/status/1664510885249908736