El anuncio está dirigida a Estados Unidos, que trabaja en el desarrollo de armas no nucleares de largo alcance.
El artículo sigue a la publicación en junio de la política de disuasión nuclear de Rusia, que prevé el uso de armas nucleares en respuesta a lo que podría ser un ataque convencional contra el gobierno y la infraestructura militar crítica.
En el artículo, los oficiales del Estado Mayor del ejército ruso, el general Andrei Sterlin y el coronel Alexander Jryapin, señalan que no hay forma de determinar si un misil balístico está equipado con una ojiva nuclear o convencional, por lo que el ejército lo considerará como un ataque nuclear.
“Cualquier misil atacante será percibido como portador de una ojiva nuclear”, dice el artículo. “La información sobre el lanzamiento del misil se transmitirá automáticamente a los dirigentes político-militares rusos, que determinarán el alcance de las represalias de las fuerzas nucleares a medida que evolucione la situación”.
El artículo muestra la preocupación que hay en el ejército ruso, desde hace mucho tiempo, por el desarrollo de armas que podrían dar a Washington la capacidad de eliminar activos militares clave e instalaciones gubernamentales sin recurrir a las armas nucleares.
La nueva política de disuasión nuclear reafirma, pues, que el ejército ruso recurrirá a las armas nucleares en respuesta a un ataque o agresión nuclear con armas convencionales que “amenacen la existencia misma del Estado”.
En el documento se describen detalladamente las situaciones que podían desencadenar el uso de armas nucleares, incluido el uso de armas nucleares u otras armas de destrucción en masa contra Rusia o sus aliados.
Además, el documento indica por primera vez que Rusia recurrirá a su arsenal nuclear si recibe “información fidedigna” sobre el lanzamiento de misiles balísticos contra su territorio o sus aliados y también en caso de “un impacto enemigo en instalaciones gubernamentales o militares de importancia crítica de la Federación de Rusia, cuya neutralización podría hacer fracasar las medidas de represalia de las fuerzas nucleares”.
Las relaciones entre Estados Unidos y Rusia están en su punto más bajo desde el final de la Guerra Fría como consecuencia del Golpe de Estado en Ucrania en 2014.
Rusia ha presentado el programa de defensa contra misiles de Estados Unidos y sus planes de ponerlo en órbita como una amenaza importante, argumentando que esta nueva posibilidad podría llevar a Washington a atacar a Rusia con impunidad con la esperanza de repeler un ataque de represalia.
El artículo de Krasnaya Zvezda subrayaba que la publicación de la nueva política de disuasión nuclear tenía por objeto explicar sin ambigüedades lo que Rusia considera una agresión.
Rusia ha definido las “líneas rojas que no aconsejamos que nadie cruce”, dice. “Si un potencial adversario se atreve a hacerlo, la respuesta será sin duda devastadora. Los detalles de la acción de represalia, tales como dónde, cuándo y cuánto, serán determinados por la dirección político-militar de Rusia según la situación”.
https://www.militarytimes.com/news/your-military/2020/08/09/russia-warns-it-will-see-any-incoming-missile-as-nuclear/