La sombra de Stalin es muy alargada |
La empresa devolverá el dinero a los espectadores que hayan comprado entradas para las sesiones de hoy.
El jueves el Ministerio de Cultura amenazó con “juicios administrativos” a los cines que proyectaran la película, cuyos permisos se denegaron el martes.
A pesar de ello, el cine Pioner se arriesgó a exhibir una comedia que en Rusia muchos políticos y cinestas califican de “extremista”.
Tras la sesión matinal del viernes, seis policías rusos se presentaron en el cine, interrogaron a los trabajadores y tomaron fotos de la pantalla del prdenador de la taquilla.
La película de Iannucci, que en Rusia estaba reservada para su exhibición sólo a los adultos, relata de manera burlesca la intensa lucha interna que se desató en la dirección del Partido Comunista de la Unión Soviética a la muerte de Stalin en 1953.
El lunes el Ministerio de Cultura la proyectó de manera reservada para pulsar la opinión de cinestas, críticos, diputados y otros políticos y fueron ellos quienes tomaron la iniciativa de solicitar la censura en una carta dirigida a Vladimir Medinski, el ministro de Cultura.
En su carta, los firmantes la califican de “extremista”, de “provocación” y de humillar los “símbolos nacionales rusos”.
El presidente de la Sociedad Militar rusa, Mijail Miagkov, convocó una rueda de prensa para defender la censura.
“Creo que los rusos siguen teniendo miedo de reírse de esto”, dijo Olga Gannuchkina, una espectadora de 64 años que pudo ver la proyección del cine Pioner. “Claro que no es una comedia, es una película trágica. Pero como el destino de nuestro país es más bien triste, tenemos la costumbre de reir mediante lágrimas”, dijo Roman Laing, otro espectador de 25 años.