Mohamed Alush en Astana |
Los límites territoriales de dicha zona han sido definidos por ambas partes de mutuo acuerdo y dentro de ellos se producirá un despliegue de fuerzas encargado de garantizar el alto el fuego.
También ha existido acuerdo para abrir rutas de aprovisionamiento y ayuda humanitaria para las zonas de distensión, de las que podrán beneficiarse tanto las poblaciones que la habitan como los propios yihadistas.
En los próximos días se espera la llegada del primer convoy humanitario para evacuar a los heridos más graves hacia centros hospitalarios.
A comienzos de este mes, las conversaciones multilaterales de Astana no habían logrado un acuerdo para crear varias zonas de distensión y alto el fuego duradero en Siria.
En ellas se planteó la posibilidad de desplegar fuerzas de mantenimiento de la paz en cuatro zonas de Idlib, la provincia de Homs, la Ghouta oriental y otra al sur de Siria.
Otro de los aspectos fundamentales que se negociaron en Astana se refería a la creación de un centro de coordinación y vigilancia del alto el fuego, así como un “mandato” dirigido a fuerzas extranjeras para que aseguraran las zonas de distensión, a las que se dotaría del derecho de recurrir a la fuerza.
La última semana de agosto está prevista otra reunión en Astana de los grupos yihadistas con delegados turcos e iraníes.
El comunicado del Ministerio ruso de Defensa no concreta con qué grupos ha alcanzado el acuerdo, ni qué tropas extranjeras asegurarán el alto el fuego en las zonas de distensión.