El miércoles el primer ministro británico, Rishi Sunak, anunció una nueva ley para indemnizar a los antiguos directores de las oficinas de correos condenados injustamente por robo.
La historia es, como reconoció Sunak, uno de los mayores errores judiciales de la historia del país. Entre 1999 y 2015, unos 700 directores de oficinas de correos, una empresa pública, fueron perseguidos, a veces hasta el punto de ver sus vidas destrozadas, basándose en información procedente de un programa informático de contabilidad, llamado Horizon, instalado por Fujitsu a finales de los años noventa, que resultó ser defectuoso.
Ocurrió lo de siempre: los directivos de correos se negaron a reconocer que el programa instalado funcionaba mal y echaron la culpa a los trabajadores, a los que obligaron a reembolsar unos agujeros contables que no existían.
Muchos trabajadores se arruinaron y su reputación acabó ensuciada, provocando un grave problema social y personal.
“Aprobaremos una nueva ley para garantizar que aquellos que hayan sido condenados como resultado del escándalo Horizon sean rápidamente exonerados e indemnizados”, dijo Sunak en la Cámara Baja.
La semana pasada se estrenó una serie en la cadena ITV sobre el “mayores error judicial de la historia” y la chapuza ha vuelto a los noticiarios.
“Las vidas y reputaciones de las personas que han trabajado duro para servir al pueblo han sido destruidas sin que sea culpa suya”, reconoció Sunak. “Las víctimas deben obtener justicia y compensación”.
Hasta la fecha sólo se han anulado 93 condenas y se han pagado 21 millones de libras esterlinas en concepto de indemnización a los trabajadores afectados. Es sólo la punta del iceberg porque 700 trabajadores fueron condenados como ladrones.
En una sociedad capitalista los derechos, las libertades, los jueces y los juicios no son nada para los trabajadores.