Ya no te preocupa que privaticen la sanidad pública, y que continúen haciéndolo en tiempos de pandemia. Te da igual que sean los mismos que hacen esto los que nos mandan confinar muchas veces sin sentido. Tú acatas sin rechistar, e incluso te permites insultar la quien toma la decisión de respirar un poco.
Comprendo que en este contexto desolador tengas miedo por tu abuela, por tus padres, por ti. Pero has de saber que yo no creo que todas estas medidas sean sólo por nuestra salud.
Te permites culpar a los que cuestionamos lo más mínimo las restriccións marciales de esos políticos en los que tanto confías. Dices que esta pesadilla no pasa porque la gente no cumple el nuevo protocolo burocrático de la semana. Mientras, aceptas cualquier ley restrictiva y no quieres ver quienes hicieron y hacen posible todo este colapso sanitario. Callas y aceptas, para no admitir que esos a los que votaste también son responsables del desmantelamiento de la sanidad pública, de no contratar personal sanitario, de no paralizar los desahucios, de la pobreza energética…
Quieren distraernos, quieren separarnos. Para que no percibamos que antes de todo esto, este modo de vida ya no se sostenía para la gran mayoría. Ya no teníamos para pagar la gasolina ni la hipoteca. Y todos esos políticos valientes que dicen que van a salvar la situación, no hacen más que echar mierda para que su lobby coja ventaja.
De verdad que no comprendo por qué de pronto me miras con odio… Yo no tengo la culpa de todo esto. Todxs somos capaces de comprender y responsabilizarnos. Unos y otros solo quieren que miremos para otro lado, y aún por encima tenernos maniatadxs. Dividirnos y enfrentarnos. Y lo están consiguiendo.
Ya no puedo más, te lo pido por favor: vuelve a ser tú misma, dame un respiro.
NO DEJES QUE TE MANIPULEN Y POLARICEN
Contra la pandemia, la represión y la crisis:
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