Habré en París en compañía de Mitterand |
La causa la tramita, por primera vez, un tribunal especial creado por la Unión Africana por la brutal represión desencadenada durante su época al frente del gobierno. Unas 40.000 personas fueron asesinadas por motivos políticos, y otras 200.000 fueron torturadas. La organización Human Rights Watch le calificó como el «Pinochet africano».
Es la primera vez en el mundo -no sólo en África- que el tribunal de un país, Senegal, juzga al ex-presidente de otro, Chad, por la represión.
Habré siempre fue un peón fiel del imperialismo. En 1980 Estados Unidos le aupó al poder para frenar la influencia libia en Chad. Cuando Habré derrocó a Ueddei, su primera medida fue expulsar a las fuerzas libias de Chad.
Como suele ocurrir en estos casos, en el banquillo faltan los carniceros más importantes. Habré era un recadero de Ronald Reagan, François Mitterrand o Ariel Sharon. Cuando en 1981 el socialista Mitterrand llegó al Elíseo, Habré no podía ser uno de los lacayos favoritos del imperialismo francés, que le consideraba demasiado escorado hacia Washington.
Pero los franceses tampoco se podían permitir el lujo de perder posiciones en Chad, uno de sus feudos tradicionales en África. A través del SDECE (Servicio de Documentación Exterior y Contraespionaje), uno de sus agentes, el mercenario Bob Denard, estableció el contacto con Habré.
A su vez, el mercenario Denard envió a tres de sus lugartenientes para sostener a Habré en el poder y crear un cuerpo de guardaespaldas a su servicio. Pero Habré no se fiaba de Denard y el propio espionaje francés se deshizo del mercenario. Tanto para los franceses como para los estadounidenses la prioridad era frenar la influencia de Gadafi en África central.
En 1983 Francia envió 3.500 soldados en el marco de la Operación Manta para sostener a Habré, el hombre del imperialismo en Yamena. Por su parte, Estados Unidos envió las armas.
Posteriormente, para camuflar el intervencionismo en África, Mitterrand cambió las tropas por los espías y mercenarios. La Operación cambió su nombre por el de Omega y René Dulac, otro mercenario, se puso al frente de 30 mercenarios encargados del mantenimiento de los misiles enviados por un nuevo organismo, que sucede al SDECE: el DGSE.
Aunque Francia cuadruplicó la ayuda a Habré entre 1981 y 1989, los esfuerzos de los imperialistas no tuvieron éxito. Apoyada por Libia la guerrilla toma Faya y marcha hacia Yamena, la capital. Conforme van fracasando, las Operaciones de los imperialistas se suceden unas a otras. En 1986 se inicia la Operación Gavilán con el envío de otros 1.600 soldados franceses, que ya no se marcharon de Chad hasta que Habré fue derrocado en 1990.
Las torturas y matanzas por las que ahora juzgan a Habré se produjeron en este contexto de guerra civil en la que los imperialistas trataban de impedir la llegada al poder de un nuevo Gadafi que acabara con sus privilegios. Nadie conoció mejor de Francia y Estados Unidos lo que realmente ocurrió en Chad en la década de los ochenta. Para eso tenían sobre el terreno a toda una legión de espías, muchos de los cuales tenían libre acceso a los calabozos en los que torturaban a los detenidos.
El 14 de julio de 1987, durante la fiesta nacional francesa, aniversario de la revolución de 1789, Habré fue recibido con los máximos honores durante su visita a París. ¿Quién sentará a los imperialistas en el banquillo de los acusados?
El tribunal del pueblo será quien siente a los imperialistas en el banquillo de los acusados.