De otra parte, está el caso de «Ciudadanos». También es un mantra tener que oír que son los únicos que velan porque no haya unas terceras elecciones y ello por «sentido de la responsabilidad» y el «bien de la nación» por encima de «intereses partidistas» y esas chorradas que dicen y los primeros que no se las creen son ellos mismos. Si se lee un editorial de EL PAIS -que en diciembre apostó por un gobierno PSOE-C’s y en junio por un gobierno PP-C’s con la abstención del PsoE, como quieren cachalotes antediluvianos como el criminal González,etc.- Albert Rivera es un muchacho excelente situado entre el vago y pícnico Rajoy y la terquedad del leptorrino Sánchez. Un chico dinámico, vaya. Ahora bien, ¿se fiaría usted de alguien que se alía con Pedro Sánchez -eso hizo el 20-D -, y ahora, tras el 26-J, lo hace con Rajoy? ¿O en Madrid apoya a Cifuentes y en Andalucía a Susana Díaz? ¿Le compraría usted un auto de segunda mano a este percal? Pues eso, «in puribus», es lo que hacen y les llaman «bisagra». Es aquello de Groucho Marx de «si no le gustan mis principios, tengo otros», con la diferencia de que con Groucho te ríes y Rivera no tiene principios de ninguna clase.
Todo apunta a unas terceras elecciones, pero ¿habrá al final transfuguismo en las filas del PsoE para apoyar la investidura de Mariano? Recuerden El Álamo, digo, perdón, el «tamayazo». Además, eso no sería «ridículo», eso sería «hacer política», «responsabilidad», «altura de miras», etc, etc, etc. Encima uno dando ideas…
Buenas tardes.