El actor Abu al-Adullah Naima, disfrazado de Al-Baghdadi |
Diego Herchhoren
Desde el año 2007 se viene diciendo que el líder de uno de los grupos insurgentes más notorios en Irak es un misterioso iraquí llamado Abdullah Rashid al-Baghdadi.
Desde el año 2010, y coincidiendo con la segunda victoria electoral en Irak del primer ministro Nuri Al Maliki, partidario del acercamiento a Irán, a medida que los medios de comunicación extranjeros iban dando forma a esta nueva organización terrorista, que a su vez estaría respaldada públicamente por Al Qaeda, Baghdadi emitió un flujo constante de declaraciones incendiarias. A pesar de que las fuerzas de seguridad iraquíes repitieron hasta la saciedad que había sido eliminado en mayo de 2007, Baghdadi parecía ser inmortal, y una y otra vez aparecía con nuevos mensajes en internet.
Una noticia del New York Times de ese año dio voz a la afirmación de un portavoz militar estadounidense de alto nivel que proporcionó una nueva explicación a la inmortalidad del hoy «líder» del ISIS: nunca existió.
El general de brigada Kevin Bergner, el principal portavoz militar estadounidense, dijo que el escurridizo Baghdadi era en realidad un personaje de ficción cuya voz fue proporcionada por un actor llamado Abu al-Adullah Naima.
El creador de este personaje, apuntaba Bergner, fue Abu Ayub al Masri, el líder de origen egipcio de Al Qaeda en la cuenta de los ríos Éufrates y Tigris(Irak y Siria), que estaba tratando de enmascarar ya en 2007 el papel dominante que los extranjeros, principalmente británicos, norteamericanos e israelíes, juegan en la organización terrorista.
La estrategia era inventar un Al-Baghdadi, una figura cuyo nombre establece su pedigrí iraquí, lo instale como la cabeza de una organización pantalla llamada «Estado Islámico de Irak y el Levante» (ISIS o DAESH) para que luego Masri jurara lealtad a él. Ayman al-Zawahiri, el segundo de Osama bin Laden, reforzó el engaño haciendo referencia a Al-Baghdadi en sus declaraciones de vídeo e Internet.
Para demostrar estas afirmaciones, Bergner anunció en una conferencia de prensa que todos estos datos fueron proporcionados por un terrorista iraquí: Khalid Abdul Fatah Daud Mahmud al-Mashadani, que se decía que había sido capturado por las fuerzas estadounidenses en Mosul el 4 de julio de 2007.
De acuerdo con Bergner, Mashadani era el oficial iraquí de más alto rango en Al Qaeda en la Mesopotamia. Se inició en el grupo Ansar al-Sunna antes de unirse a Al Qaeda, y se convirtió en jefe de prensa del grupo para todo Irak. Bergner dijo que Mashadani también era un intermediario entre Masri en Irak y Bin Laden y Zawahiri.
La entrada en escena más grande del Estado Islámico fue en 2014, con la toma de Faluya y Tikrit, las ciudades más grandes de Irak después de Bagdad. La estrategia de dividir Irak en tres territorios (un estado suní, otro chií y otro kurdo) es una vieja idea que los británicos congelaron tras la descolonización de estos territorios, pero que desde 1980 ha vuelto a la agenda imperialista.
En 1982, Oded Yinon, un periodista israelí estrechamente vinculado con el Ministerio de Relaciones Exteriores israelí, escribió un artículo para la Organización Sionista Mundial en el que describía una «estrategia para Israel en los ochenta». Declaraba lo siguiente: «La desintegración de Siria e Iraq en provincias con una única etnia o religión, como el Líbano, es el objetivo fundamental de Israel en el frente oriental. Iraq, rico en petróleo por una parte, e internamente dividido por la otra, tiene todas las garantías de ser el candidato a convertirse en el objetivo de Israel. Para nosotros, su desintegración es aún más importante que la de Siria. Iraq es más fuerte que Siria. A corto plazo, lo que constituye la mayor amenaza para Israel es el poder iraquí». Afirmaba a continuación que «una guerra entre Iraq e Irán desgarraría Iraq y provocaría un desmoronamiento en su seno incluso antes de que fuera capaz de organizar una lucha en un frente más amplio contra nosotros. Todo tipo de enfrentamiento interárabe nos ayudará a corto plazo, y acortará distancias hacia el objetivo más importante de fragmentar Iraq en confesiones religiosas, como en Siria y el Líbano […]. En Iraq es posible una división en provincias según unas líneas étnicas/religiosas, como en Siria durante el Imperio otomano. Así pues, existirán tres (o más) Estados en torno a las tres ciudades más importantes: Basora, Bagdad y Mosul, y las zonas chiíes en el sur estarán separadas del norte suní y kurdo».
Parece que este escenario soñado por Yinon lo están haciendo realidad los misteriosos chicos del Estado Islámico, una pantalla más de la intervención imperial de EEUU, Gran Bretaña e Israel. Y es que en el mundo de la inteligencia, no existen las casualidades.