– Mass Mierda: Y díganos, señora Comisaria, ¿se resentirá la economía catalana con esta espantada de naciones por miedo al coronavirus ese, eh?
– Comisaria: En absoluto.
– MM: Pues se evalua en unos 500 millones las pérdidas por su ausencia…
– C.: No hay nada constatado.
– MM: Pero, al menos, reconocerá que ha sido un palo.
– C.: La sociedad civil catalana es potente y sabrá compensar esas presuntas pérdidas y recuperarse pronto. Los catalanes somos gente emprendedora, ya se sabe.
– MM: Hombre, ha tenido que hacerles daño, es innegable.
– C.: Hay vida más allá de MOBILE.
– MM: Admita que les ha perjudicado un poco.
– C.: No es plato de gusto, pero tenemos otros.
– MM: Un poquitín, por lo menos. Admítalo, por favor, se lo suplico.
– C.: Tenemos recursos suficientes. No colapsaremos.
– MM: No queremos (voz coral y metálica, robotizada, como las que anuncian ofertas en los grandes almacenes) que colapsen ustedes, una región española, al fin y al cabo, pero, por todos los santos, ¡algo les habrá tenido que joder! (rostros desencajados).
– C.: Como la picadura de un mosquito a un elefante.
– MM: Por no hablar de los incidentes públicos en la ciudad condal que no ayudan a la economía local. Y a su imagen.
– C.: Eso pregúnteselo usted/es a su Gobierno y Policía.En cuanto a la imagen, supongo que se referirá a la bofia dando palos al personal a tutiplén y a modo.
– MM: No nos alegramos de su desgracia…
– C.: Pues parece que sí.
– MM: No, no, se equivoca usted, pero parece que hasta les ha venido bien lo ocurrido en MOBILE, que se felicitan.
– C.: Y, si fuera así, ¿no compartiría usted/es esa alegría o alacridad? ¿O viene/n a cebarse?
– MM: Es que no es así, venimos a informar, díganos, ¿no es cierto que les ha escocido los bolsillos y que la pela es la pela, eh, eh? ¡Reconocerlo, joputas! (gesto descompuesto).
– C.: Si usted/es lo dice/n.