El New York Times vuelve en contra del gobierno francés la campaña desatada contra Qatar por el mundial de fútbol de 2022: las obras olímpicas han sido mucho más peligrosas para los trabajadores de lo que indican las cifras oficiales de accidentes laborales (*).
Las entrevistas con trabajadores, dirigentes sindicales e inspectores del trabajo ponen de relieve una explotación sin paliativos. Algunos trabajadores emigrantes, a menudo sin documentos oficiales, se vieron obligados a realizar trabajos peligrosos durante largas jornadas laborales, sin equipo de seguridad adecuado, como gafas protectoras o arneses.
Los trabajadores denuncian la falta de control de la seguridad y varios accidentes graves, que no fueron registrados oficialmente, por lo que escapan a las estadísticas.
Durante unas obras en el metro, esenciales para la logística de los Juegos, la muerte de dos trabajadores no fue contabilizada en los informes olímpicos. El ocultamiento plantea dudas sobre la validez de las declaraciones oficiales, en particular cuando Macron afirmó, hace unos meses, que Francia había cumplido su compromiso de seguridad.
El artículo del New York Times también señala la definición restrictiva que utiliza el gobierno francés para determinar lo que constituye un sitio olímpico. Los accidentes mortales ocurridos en obras de construcción no reconocidas como parte integrante de las infraestructuras olímpicas se han clasificado en otras categorías administrativas, minimizando así su impacto en los datos oficiales.
Además, los empresarios alentaron a los trabajadores indocumentados a no informar de sus lesiones ni buscar atención médica, una práctica que ayuda a mantener las estadísticas oficiales de lesiones notablemente bajas. Esta gestión de los accidentes laborales demuestra que al gobierno francés no le preocupa la protección de los trabajadores empleados en las instalaciones olímpicas, independientemente de su estatus legal.
Los Juegos Olímpicos están a punto de comenzar y los trabajadores y sindicatos continúan denunciando unas condiciones laborales inseguras. Algunos, como Daouda Tounkara, un trabajador maliense recientemente regularizado, y otros, incluso han emprendido acciones legales contra empresas constructoras por explotación y condiciones laborales semiesclavistas.
(*) https://www.nytimes.com/2024/05/08/world/europe/olympics-france-migrant-labor.html