El 21 de septiembre varios drones fueron avistados sobre la base militar de Mourmelon-le-Grand, que alberga al 501 Regimiento de Tanques, que con frecuencia ha recibido a soldados ucranianos para ejercicios de entrenamiento.
La delegación militar departamental publicó un comunicado asegurando que los dispositivos eran “de origen desconocido”, que eran pequeñps, que no eran aparatos de naturaleza militar y que los habían robado (*).
Lo mismo que en Noruega, fue un chasco porque los medios ya tenían preparada una buena noticia sobre la “guerra híbrida”. En su comunicado los militares seguían diciendo que el incidente tampoco tenía relación con el nuevo Centro de Entrenamiento Táctico de Drone (CETD) del Regimiento de Artillería 51, que había entrado en servicio en marzo.
El campamento militar está en la región de Marne y tiene más de 10,000 hectáreas, estrechamente vigiladas, lo mismo que sus alrededores. El lunes la región se vio sumida en un apagón parecido al de la Península Ibérica el 28 de abril. Fue otra interrupción de la red sin precedentes. Todos los móviles estuvieron fuera de servicio durante largos periodos.
Solo los dispositivos conectados a un enrutador wifi podían acceder a internet. El lunes, la interrupción duró de 8:30 a 17:45, con una red muy inestable por la noche; el martes, de 9:30 a 21:00 aproximadamente. Al final, nadie pudo comunicarse con el exterior.
Como anunciamos en 2023, el ejército austriaco se prepara para los apagones, a los que vamos a tener que acostumbrarnos, como los vecinos de la base militar francesa, que en setiembre empezaron a escuchar el estruendo de los cañones tratando de derribar los drones. Mataban moscas a cañonazos. Literalmente.
A partir de aquí no hay más que conjeturas. ¿Los pequeños drones que sobrevolaron Marne en setiembre provocaron el corte de la red dos semanas después? ¿Es todo una coincidencia? ¿Un fallo técnico?
Los vecinos se preocuparon porque no podían contactar con sus familiares para enviarles la lista de la compra por internet. Hasta ahí llega nuestra dependencia de las redes digitales. En el mundo moderno nos han llevado a depender absolutamente de ellas, para los más pequeños actos de la vida cotidiana. Cortar las comunicaciones, interrumpir las señales e impedir las comunicaciones forma parte de una sutil estrategia de control.
Algunos han empezado a decir que para despertar a las ovejas hay que apagar internet. Los que creen que tienen el mundo en una pantalla, acaban descubriendo que nunca tuvieron nada en absoluto.
(*) https://www.lunion.fr/id750412/article/2025-09-25/info-lunion-des-drones-suspects-reperes-au-dessus-dun-camp-militaire-de-la-marne
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