Jens Weidmann |
En una entrevista que acaba de publicar hoy el “Süddeutsche Zeitung”, Weidmann reconoce que hacer frente al flujo de refugiados “exigirá mucho de Alemania”, pero defendió que la inmigración “ofrece también oportunidades”.
“Y cuanto mejor logremos que aquellos que vienen para quedarse se integren en la sociedad y en el mercado de trabajo, mayores serán las oportunidades. En vista de los cambios demográficos, Alemania necesita mano de obra adicional para poder mantener su nivel de bienestar”, afirma.
Preguntado si la favorable situación económica de Alemania ha alentado la llegada de refugiados, Weidmann afirma que, aunque la situación del país dentro de la zona euro es buena, “no es algo que se dé de forma natural ni tampoco una razón para quedarse cruzado de brazos”.
En su opinión, el auge económico actual llegará a su fin en algún momento y a largo plazo Alemania se enfrenta de por sí a notables retos, como el envejecimiento de la población, la creciente competencia de países emergentes o la transición energética.