P. Iglesias: un Jano bifronte

Bianchi

Lo confesamos: hace tiempo que no repartimos estopa en este blog -seguido por miles y cientos de miles de fanáticos del Madrid- al Jano bifronte u hombre de las dos caras que es el líder de Unidos-Podemos Pablo iglesias y, la verdad sea dicha, teníamos “mono”. Increíble la capacidad de este farsante posmoderno, una “filosofía” -un “filosofema”– ya en decadencia apoyada, básicamente, en dos muletas: el relativismo exacerbado o delicuescencia de los principios, de cualquier principio (están pensando en el marxismo) y la hermenéutica o interpretación de todo discurso –“líquido”– (siguen pensando en el marxismo como una teoría “jurásica” y, como diría el propio Iglesias, “aburrida”, propia de “perdedores”).

La (pen)última maniobra contra el procès catalán ha sido el burdo montaje de un supuesto aviso de nada menos que la CIA a los Mossos d’Esquadra sobre un posible atentado del ISIS (el Estado Islámico) en Barcelona, específicamente en “la Rambla”, y esto desde mayo. La cosa es desprestigiar a la policía catalana (a la que despreciamos, pero no hasta el punto de enceguecernos y no ver qué hilos manejan los que los manejan) para hacer ver que actuaron por su cuenta en el atentado de Barcelona -un “éxito”, se dice, incluyendo la licencia para matar sin preguntar a los “yihadistas terroristas”– sin contar con las demás policías estatales, esto es, sobre todo, la Guardia Civil, que es la española de verdad que cuando reprime, reprime de verdad.

Bueno, pues, preguntado Iglesias en las teles privadas sobre qué opina al respecto va y se pone estupendo y folklórico diciendo que, primero, hay que dejar trabajar -primer mantra- a las distintas policías del Estado español (España en otros hemisferios y puntos cardinales) -las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, dice de corrido como un buen chico aplicado que busca subir la nota en el examen de esta democracia de tres al cuarto- a las que se deshace en elogios rozando el orgasmo, y, lo más importante, reclamando “prudencia” -segundo mantra-, o sea, esconderse para no decir la verdad de lo que se piensa -hombre de dos caras-, esto es: que todo es un montaje que hasta Julian Assange -uno de sus supuestos ídolos; también lo era Tsipras y ahora calla como puta visto el estropicio de este mangarrán de pacotilla- denuncia desde su encierro en la embajada ecuatoriana en Londres. Empieza a seguir los consejos del fascista estrafalario Eugenio d’Ors que recomendaba a los aprendices de periodistas “oscurecer el texto”. Le ponen una alcachofa o una cámara delante a este mercachifle y vende “prudencia” ante las versiones; le ves tomando una caña en Embajadores con su peña diciendo lo que piensa de verdad, esto es, el montaje anticatalán (o en reuniones y cenas discretas con Roures, su creador televisivo pues este sujeto nació en un plató de televisión, como quien dice, y Junqueras), pero no toca pues ya no somos “anticasta” sino neocasta. Y todo poniendo poses y rostros de cemento cosa mala, más estudiado que el genial Robert de Niro ensayando frente al espejo en “Taxi Driver”, sólo que Iglesias de zumbado ni un pelo.

Empezaba a tambalearse el podrido sistema español del bipartidismo de la II Restauración borbónica (la I fue la de Cánovas del Castillo) y acá que “fabrican” en las cocinas del Régimen del 39 (yo no hablo del “Régimen del 78”, lo siento, así de furro es uno) una “falsa disidencia” por la “izquierda” -Podemos- y por la “derecha” -Ciudadanos de un neofascista como Rivera, un producto artificial donde los haya, aunque ya con ciertas “tablas”, idiotas no son, aunque peleles que se prestan al juego, sí-, y ya tenemos “cuatro patas” para sostener el tinglado otros añitos más hasta que nos manden a todos a tomar por culo por el sumidero de la Historia, pero como la gente aguanta con todo lo que le echen, eso parece, ochess, pues tiramillas, ké kohone. Y a vivir: carpe diem y vivalavirgen.

La cosa es así: la unidad de España no se puede tocar, se podrá hablar de “plurinacionalidad” (como Sánchez, que lo dice y parece que ha descubierto el mediterráneo y aun así lo crujen) y/o de “federalismo”, pero el artículo 2 de la Constitución ya lo consagra, y antes el Fuero de los Españoles franquista. Y las FSE, la Policía, es un pilar -como el Ejército, “columna vertebral de España”, dijo Felipe González nada más asumir la presidencia- de la democracia “que todos los españoles nos hemos dado”; del resto podéis jugar a que discutís. Y aquí es donde hay campo y cancha para los lucimientos de los piquitos de oro como Iglesias y demás charlatanes de bajo coturno comparados con los grandes sofistas griegos.

Hay mucha miga en el “procès” catalán. Y una baza muy importante, a nuestro juicio, es el comportamiento de los Mossos d’Esquadra a quienes ya están tirando con balín para ver de qué lado están -o presionar para que se pronuncien a la hora de la verdad, o sea, a la hora de poner las urnas -y no retirarlas por orden española- y votar si se quieren pirar o no. Todavía nos quedan por ver mayores burradas de estos fascistas congénitos, que no saben ni qué hacer ni las tienen todas consigo mirando a una Europa que, si enfrente tuviera un movimiento revolucionario, entonces sí, entonces vía libre a la sagrada unidad de España.

Auf wiedersehen.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies

Descubre más desde mpr21

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo