Otro sabotaje contra una base aérea en Noruega

Hace unos días informamos de los sabotajes contra las bases militares de Estados Unidos en Alemania y a principios de julio ocurrió algo similar en Noruega. Varias bases militares estadounidenses situadas en Europa están en alerta máxima, basándose en información de inteligencia según la cual Rusia tiene planes para llevar a cabo sabotajes contra instalaciones militares en Europa.

En mayo, el Financial Times informó que varios funcionarios de inteligencia europeos estaban preocupados por posibles “operaciones de sabotaje violento” orquestadas por Rusia, que probablemente utilizaría “representantes”. De ahí, sin duda, estas repetidas alertas de seguridad…

Estas preocupaciones no son infundadas. El pasado mes de abril ocurrió en Noruega un incidente que acaba ahora de hacerse público: el corte de un cable de telecomunicaciones que llegaba a la infraestructura crítica de la base aérea de Evenes.

Situada en la provincia de Nordland, más allá del Círculo Polar Ártico, la base de Evenes es una de las más importantes de la Fuerza Aérea Noruega, ya que desde ella operan los cazabombarderos F-35A y los aviones de patrulla marítima P-8A Poseidon. Además, alberga unidades de defensa aérea equipadas con el sistema Nasams, equipos de ciberguerra y logística.

El daño en el cable se observó fuera del perímetro de la base, dice el periódico noruego Fremover, que fue el primero en informar del incidente. Por el momento, la policía no ha identificado a ningún sospechoso. “La investigación es complicada. El asunto está ahora en manos del Fiscal General de Nordland”, dijo uno portavoz de la fiscalía noruega.

No es la primera vez que Noruega se enfrenta a un incidente de este tipo. En 2022 cortaron intencionadamente un cable de comunicaciones submarino que conecta Andoya con el archipiélago de Svalbard, que alberga una estación clave para la recopilación de datos obtenidos por satélites. Un año antes desapareció un cable utilizado por una red de vigilancia submarina noruega. Finalmente, entre 2017 y 2018, bombarderos rusos simularon, al menos en dos ocasiones, ataques contra radares instalados en la isla de Vardo.

Como ya informamos, el centro de ayuda militar alemana a Ucrania, la base aérea de Colonia-Wahn (Renania del Norte-Westfalia), fue cerrada temporalmente tras el descubrimiento de un agujero en su valla, cerca de su fábrica de tratamiento de agua, lo que alimentó sospechas de envenenamiento.

Además, la base de Geilenkirchen, que alberga 14 aviones de alerta temprana E-3A AWACS de la Fuerza Aerotransportada de Control y Alerta Temprana de la OTAN, volvió a elevar su nivel de alerta el 22 de agosto, debido a una “amenaza potencial”. Inmediatamente se llevó a cabo un operativo policial. Por el momento se desconocen los resultados, “la investigación aún está en curso”.

En abril dos ciudadanos germano-rusos fueron detenidos y acusados de planear sabotajes contra instalaciones militares estadounidenses en Alemania, en particular la de Grafenwoehr, en Baviera, donde soldados ucranianos se entrenan para utilizar tanques M1A1 Abrams.

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