Ayer la plataforma de préstamos en criptomonedas BlockFi se declaró en bancarrota en Estados Unidos, en un nuevo golpe para el mercado digital después de la quiebra de FTX y los apuros de Genesis.
BlockFi, que llegó a estar valorada en 3.000 millones de dólares, fue fundada en 2017 por Zac Prince y Flori Marquez y su objetivo era prestar dinero usando sus activos en criptomonedas como garantía.
El chiringuito tenía una exposición significativa a FTX y su sucursal de inversión Alameda Research, de las que obtuvo un crédito de 400 millones de dólares, que daban a FTX la opción de compra de la plataforma.
BlockFi fue una de las muchas empresas de intercambio de criptomonedas en problemas que cerró acuerdos de rescate con la malograda FTX en los pasados meses, según el Wall Street Journal.
En la nota publicada hoy, BlockFi ha anunciado un plan para reducir considerablemente los gastos, incluido los costes laborales, aunque no ofreció más detalles. Según el comunicado, cuenta con más de 250 millones en efectivo que espera que sean suficientes para apoyar ciertas operaciones durante el “proceso de restructuración”.
La quiebra de BlockFi sigue a la de FTX, la lavadora del dinero negro del gobierno ucraniano y el Partido Demócrata de Estados, que llegó a estar valorada en 32.000 millones de dólares y que podría tener más de un millón de acreedores en todo el mundo.