Rusia propuso al Consejo de Seguridad de la ONU que Ahrar Al-Sham fuera incluida en el listado de organizaciones terroristas, pero Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Ucrania y otros países lo impidieron.
Eso les permite participar en las negociaciones “de paz” como integrantes de la llamada “oposición moderada” y jugar con dos barajas.
Un portavoz oficial del grupo ha admitido a Reuters que participaron junto al Frente Al-Nosra en el asalto a la localidad, pero ha negado las matanzas, a pesar de las numerosas evidencias, orales y gráficas.
A la cadena Abdu Jalifa los habitantes de Zara han referido un crimen de guerra, en el que los yihadistas mataron a niños y ancianos indefensos, llevándose secuestrados a varios rehenes.
La población ha comentado en la televisión siria que los milicianos que llegaron al pueblo eran “extranjeros” y que mataron a familias completas en sus propias casas.
El portavoz del Departamento de Estado John Kirby calificó el viernes la masacre como “inaceptable e incomprensible”, pero no culpó de ella a Ahrar Al-Sham, ni tampoco criticó la colaboración de este grupo con el Frente Al-Nosra.
Kirby reconoció que Estados Unidos tampoco ha amenazado a Ahrar Al-Sham con levantar a la organización de las negociaciones “de paz” si cooperaba con el Frente Al-Nosra como hasta ahora.