Después de que el gobierno afirmara que dos ciudadanos rusos, Alexander Petrov y Ruslan Boshirov, eran los espías rusos implicados en el intento de asesinato de Serguei Skripal y su hija Julia, le ha tocado el turno a los plumíferos.
El Daily Mail dice que ambos rusos, a los que llama “los asesinos del Kremlin”, pasaron una noche de desenfreno en un hotel de Londres consumiendo drogas con una prostituta unas horas antes de viajar a Salisbury rociar con “novichok” en la puerta de la casa de Skripal.
Fueron muy poco discretos. Casi ni parecían espías. En el City Stay Hotel, en el este de Londres, contrataron una habitación doble que les costó 75 libras esterlinas y montaron tal juerga que no dejaron dormir al resto de huéspedes.
Otro periódico, The Sun, asegura que a la mañana siguiente, los espías se pelearon con los trabajadores del hotel, cuando les increparon por el “sexo ruidoso” que habían tenido durante toda la noche.
Un huésped del hotel afirma que reconoció a la pareja por el vídeo de la policía y le dijo al periódico: “Pude oler la hierba en su habitación. Estaba cerca de la puerta y en el pasillo, no había ninguna duda. Deben haber sido alrededor de las 7:00”.
Más tarde entró una mujer: “Creo que era una prostituta. Se acostaban juntos. Definitivamente. Los oí teniendo sexo muy fuerte durante mucho tiempo”.
El testigo supone que era una mujer como supone que era prostituta: “No creo que los hombres estuvieran durmiendo juntos”. Naturalmente. ¿No sabe que en Rusia la homosexualidad está prohibida? Debería leer la prensa…