Los jueces de uno de esos países que más alardean de “independencia” se acaban de meter en un charco imposible. El miércoles el Tribunal de Apelaciones de París dictó orden de detención contra Bashar Al Assad por crímenes contra la humanidad. La orden se refiere a los mortíferos ataques químicos de agosto de 2013 en Guta, cerca de Damasco, que los intoxicadores siempre atribuyeron al gobierno sirio.
Nadie se acordaba ya de aquello porque han pasado once años y, sobre todo, porque la fiscalía antiterrorista siempre se había opuesto a una medida que es más falsa que un billete de tres euros, como ya denunció entonces el periodista Seymour Hersh. El ataque de Guta con gas procedía de los “yihadistas moderados”, que los medios calificaban como “rebeldes” (1).
Lo mismo dijo Carla del Ponte, fiscal general del Tribunal Penal Internacional para los crímenes cometidos en la antigua Yugoslavia (TPIY) y miembro de la comisión de investigación de la ONU sobre Siria, en una entrevista a la televisión suiza italiana (RSI), donde sostuvo que eran los “rebeldes sirios” quienes habían utilizado armas químicas (2).
En 2016 un artículo publicado en la revista The Atlantic explicó que el ataque químico se montó para inducir a Obama a intervenir directamente en la Guerra de Siria. Su director de inteligencia nacional, James Clapper, interrumpió una sesión informativa diaria para decirle a Obama que la información que atribuía la resopnsabilidad al gobierno sirio era más que dudosa (3).
Entonces Obama cayó en la cuenta de que se había orquestado un segundo montaje parecido al de las armas de destrucción masiva. Los servicios de inteligencia querían engañarle para empujarle a intervenir en Siria.
Como explicamos en una entrada de 2016, el ataque de la Guta con gas sarín fue una operación de bandera falsa. Los documentos publicados por Wikileaks, la correspondencia, los correos electrónicos y otros documentos clasificados involucran a los servicios de inteligencia de Estados Unidos, Israel, verdaderos mentores de los “rebeldes moderados”.
Si once años después, cuando ya nadie se acuerda de aquello, los jueces franceses se prestan a sostener el montaje es por obvias razones politicas, relacionadas con el apoyo de Rusia al gobierno de Siria y la Guerra de Gaza… y con la propia responsabilidad del gobierno francés en el ataque, que ya denunciamos hace años en otra entrada.
Si la Guerra de Gaza se extiende, Siria volverá a verse envuelta en la vorágine y los intoxicadores necesitarán recordar que Bashar Al Assad es un dictador que cometió horrendos crímenes contra la humanidad y bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla…
Por lo demás, en un momento en el que los israelíes están cometiendo un genocidio atroz en Gaza, ordenar la detención de Bashar Al Assad es la burla más absoluta que se puede cometer contra los más elementales principios jurídicos.
Siempre creímos que este tipo de farsas eran características de los jueces españoles, pero vemos que otros no se quedan atrás.
(1) https://www.lrb.co.uk/the-paper/v35/n24/seymour-m.-hersh/whose-sarin
(2) https://www.rts.ch/info/monde/4878759-les-rebelles-syriens-ont-utilise-du-gaz-sarin-selon-carla-del-ponte.html
(3) http://www.theatlantic.com/2016/04/the-obama-doctrine