Lanzamisiles Stinger de corto alcance |
La venta incluye 108 carros de combate M1A2 Abrams y 250 lanzamisiles tierra-aire de corto alcance Stinger. El Congreso tiene 30 días para rechazar la venta, una hipótesis que parece poco probable.
Es probable que este anuncio provoque la ira de China, que considera a Taiwán como parte de su territorio. Pekín y Washington han estado librando una guerra comercial durante meses.
Taiwán había confirmado a principios de junio su intención de cursar este importante pedido de armas a Washington. Pekín expresó inmediatamente su «seria preocupación» por este tema.
Esta venta de armas se utilizará para «modernizar» el equipamiento taiwanés y «no afectará el equilibrio básico de las fuerzas militares en la región», según un comunicado de la Agencia de Cooperación para la Seguridad y la Defensa (DSCA), dependiente del Departamento de Defensa de Estados Unidos.
China considera a Taiwán como parte de su territorio. La isla está gobernada por un régimen rival que se refugió allí después de que la Revolución de 1949, al final de la guerra.
Por su parte, Washington, que en 1979 rompió relaciones diplomáticas con Taipei para reconocer a Pekín como único representante de China, sigue siendo el aliado más poderoso de la isla y su principal proveedor de armas.
De hecho, el presidente Donald Trump no ha ocultado sus intenciones de fortalecer los lazos con la isla, incluso vendiéndole sofisticados sistemas de armas.