Los manifestantes, algunos de los cuales llevaban “chalecos amarillos”, se concentraron a mediodía y luego a las 18:00 de la tarde para recordar a Alexis Grigoropoulos, un estudiante de bachillerato de 15 años asesinado por un policía el 6 de diciembre de 2008 en Exarcheia, hace exactamente diez años.
Cada una de estas manifestaciones terminó en enfrentamientos muy violentos, especialmente por la noche, ya que el gobierno de Syriza sacó a los antidisturbios a la calle y se vieron numerosas barricadas.
La policía logró entrar en la plaza central de Exarcheia a las 21:30 de la noche, pero tuvieron que retroceder rápidamente bajo una avalancha de cócteles molotov, piedras, tablas, residuos metálicos, macetas y bombas incendiarias que les lanzaron los manifestantes.
Hasta las 4 de la madrugada la policía intentó en siete ocasiones volver a entrar en la plaza. Hubo al menos 20 heridos, dos de ellos graves y la policía detuvo a 66 manifestantes, de los que 13 han pasado a disposición judicial.
El asesinato de un estudiante de secundaria por un agente de policía en diciembre de 2008 en Grecia supuso tres semanas ininterrumpidas de luchas cercanas a una insurrección social, con más de 300 bancos, comisarías de policía, instituciones públicas y tiendas de lujo quemados en todo el país.