El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, autorizó la salida hacia Rusia de 50 militares nicaragüenses, de forma rotativa, “para participar en ejercicio de intercambio e instrucción militar y adiestramiento en operaciones de ayuda humanitaria” del primero de julio al 31 de diciembre próximos.
Ortega también autorizó el ingreso de tropas, naves y aeronaves del ejército ruo para participar en operaciones “en contra de ilícitos” en el mar Caribe y en el océano Pacífico nicaragüense, según un decreto presidencial.
El mandatario autorizó, además, el ingreso a Nicaragua, de forma rotativa, de 80 efectivos militares rusos para participar con miembros del Comando de Operaciones Especiales del ejército nicaragüense “en intercambio de experiencias y ejercicio de adiestramiento en operaciones de ayuda humanitaria”.
Asimismo, autorizó el ingreso a otros 50 efectivos militares rusos, de forma rotativa, para participar con miembros de la Fuerza Naval, Fuerza Aérea y Cuerpo de Transmisiones “en intercambio de experiencias y de comunicación operacional con naves y aeronaves del Ejército de Nicaragua en labores de enfrentamiento y lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado trasnacional”.
En total, Ortega autorizó que un número indeterminado de militares, naves y aeronaves rusas ingresen a Nicaragua del 1 de julio al 31 de diciembre de este año, según el decreto presidencial.
Además de participar en operaciones “en contra de ilícitos” en el mar Caribe y en el océano Pacífico nicaragüense, capacitar a la fuerza élite del ejército y al cuerpo de transmisiones en materia de comunicación operacional, los militares rusos participarán en ejercicios “de adiestramiento e intercambio en operaciones de ayuda humanitaria, misiones de búsqueda, salvamento y rescate en situaciones de emergencia o desastres naturales”.
También participarán “en intercambio de experiencia y adiestramiento en labores de seguridad, planeación de ejercicios de ayuda humanitaria y atención ante desastres”, de acuerdo con el decreto presidencial.
En el mismo decreto presidencial, Ortega autorizó por seis meses, a partir de julio próximo, el ingreso al territorio nacional de personal, naves y aeronaves de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana de Venezuela que llevarán a cabo las mismas funciones que las de Rusia.
También autorizó el ingreso de militares de Cuba y de México, quienes participarán con los de Nicaragua en “intercambios y labores de carácter humanitario”.
En el caso de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, el dirigente sandinista autorizó el ingreso de personal militar, en un número que no precisó, y a diferencia de los otros cuerpos armados, su presencia será “previamente planificado y coordinado con el Ejército de Nicaragua”.
El objetivo, según el gobierno, es que los militares estadounidenses atraquen en puertos y aterricen en aeropuertos nacionales con el fin de que realicen “operaciones de ayuda humanitaria y misiones de búsqueda, salvamento y rescate en situaciones de emergencias o desastres naturales, por aire, mar y tierra, en apoyo al Gobierno de la República de Nicaragua, del 1 de julio al 31 de diciembre de 2022”.
Ortega ordenó enviar el decreto presidencial a la Asamblea Nacional para su ratificación.
Rusia es un antiguo aliado de Nicaragua que, durante la primers época sandinista (1979-1990), dotó de armamento soviético a las Fuerzas Armadas nicaragüenses y Putin ha dicho que Nicaragua es un socio “muy importante” de Rusia en América Latina.
Ortega volvió a la presidencia en 2007, tras haber coordinado una Junta de Gobierno de 1979 a 1985 y presidir por primera vez el país de 1985 a 1990.
Nicaragua es uno de los contados países, junto a Venezuela y los pequeños Estados insulares de Nauru y Tuvalu, que se han sumado a Rusia en el reconocimiento de la independencia de las regiones separatistas georgianas de Abjasia y Osetia del Sur, y que ha recibido a altos funcionarios rusos desde que Moscú invadió Ucrania.
A fines de 2020 estableció un consulado en Crimea, territorio ucraniano anexado a Rusia, lo que provocó el rechazo de Ucrania.