En Katmandú miles de personas se han concentrado junto a la sede de la Asamblea constituyente para celebrar la aprobación de la Constitución con fuegos artificiales y banderas nepalíes. En las casas muchos habitantes de la capital han encendido velas y candelabros.
Hasta 2005 en Nepal el rey era dios, o al revés: dios era el rey. Ahora el techo del mundo tiene una república laica. En la Asamblea constituyente, formada por unos 600 parlamentarios, los partidarios de la monarquía divina votaron en contra del nuevo texto.
Las feministas tampoco han quedado satisfechas con una norma jurídica que califican de “patriarcal”. Sólo los padres pueden transmitir automáticamente la nacionalidad a sus hijos o a su congénere extranjero. Las mujeres pueden verse discriminadas en función de su estatuto matrimonial, sobre todo en lo que concierne a la propiedad o la herencia.
Aunque la Constitución divide al país en siete provincias, las minorías étnicas carecen de reconocimiento constitucional. Los 58 parlamentarios de la minoría tarai, que habita la región sur del país, fronteriza con India, abandonaron la Asamblea Constituyente, desmarcándose de la Constitución. La semana pasada, durante las movilizaciones tarai contra la nueva Constitución, la policía mató a tiros a cinco manifestantes.
Uno de los policías también resultó muerto cuando acudía a su trabajo. Le asaltaron 150 manifestantes encolerizados, que le golpearon en la cabeza. Cuando una ambulancia le trasladaba a un hospital, la detuvieron, sacaron al policía lo mataron y luego prendieron fuego a la ambulancia.
En las protestas contra la Constitución han fallecido en total 34 manifestantes y 11 policías.
La nueva Constitución está promovida por las tres principales partidos políticos: los gubernamentales Congreso Nepalí (NC) y Partido Comunista de Nepal (UML, revisionista) y el opositor Partido Comunista Unificado de Nepal (UCPN-M, maoísta).
Ocupados por redactar la nueva Constitución, a los nuevos dirigentes se les olvidó reparar los daños causados por el seísmo que en abril asoló el país. Dos millones de personas pasarán el frío invierno en una tienda de campaña. Más de uno se tendrá que abrigar con la nueva Constitución…