La reelección de Ursula von der Leyen para un segundo mandato como presidenta de la Comisión Europea pende de un hilo. Se enfrenta a una votación reñida en el Parlamento Europeo a mediados de este mes. La actual coalición que le apoya (socialistas, liberales y su propio grupo) tiene la mitad de los escaños, pero sectores enteros de su coalición –desde los republicanos franceses hasta el Fianna Fail irlandés– han declarado que no votarán por ella.
Algunos predicen que el 10 por cien de sus fieles la van a traicionar, lo que la dejaría con 361 escaños, muy justos para ganar la reelección. Von der Leyen se ganó muchos enemigos durante su primer mandato al frente de la Comisión.
En el Parlamento europeo más que negociaciones por sentarse en la poltrona, lo que hay son navajazos bajo cuerda, especialmente por parte de la fascista Meloni, que tenía un acuerdo verbal con Von der Layen. Pero si los socialistas y Renaissance lo descubren, no van a votar a Von der Leyen (o al menos eso han prometido).
La revista Politico no se corta: Von der Layen es peligrosa para Europa (1). No sólo por sus conexiones secretas con Pfizer. Cuando era ministra de Defensa participó en un escándalo que le costó al Ministerio decenas de millones de euros, con pagos a consultores, asesores y otros subcontratistas privados que a menudo ocultaban vínculos de amiguismo y colusión entre funcionarios públicos y cabilderos privados.
“Las consultoras privadas, incluida McKinsey, desplumaron al Bundeswehr como a un ganso de Navidad”, cuando el ejército alemán necesitaba ser modernizado, escribió entonces la revista Capital (2). En la oscura McKinsey, la empresa de relaciones públicas que creó el partido de Macron y dirigió la pandemia en Europa, trabajaron dos hijos de Von der Layen, que participaron en muchos proyectos con el Bundeswehr.
En la mafia Von der Layen todo huele a podrido. Los teléfonos móviles de sus hijos fueron limpiados a conciencia de cualquier mensaje antes de ser entregados a la comisión que investigó sus chanchullos con el Bundeswehr.
Su negociación con el cabecilla de Pfizer para comprar 1.800 millones de dosis de vacunas sigue estando bajo secreto (4). También borraron los mensajes de texto de los teléfonos. Es el modus operandi de la banda que rige los destinos de la Comisión Europea. No hay precedentes de este tipo de operaciones comerciales realizadas a golpe de mensajes de móvil, que luego se borran.
Si Von der Leyen fracasa en la votación secreta, el Consejo Europeo tiene un mes para deliberar y proponer otro candidato, un resultado que no tendría precedentes y podría desencadenar una crisis política en la Unión Europea.
(1) https://www.politico.eu/article/ursula-von-der-leyen-european-commission-president-european-parliament-european-peoples-party/
(2) https://www.capital.de/wirtschaft-politik/wie-mckinsey-bei-der-bundeswehr-zu-auftraegen-kam