Entre dos y tres millones de euros se estima que el magnate inglés de origen irlandés Declan James Ganley puso sobre la mesa para que Albert Rivera aceptase en 2008 vender su marca Ciudadanos a la operación electoral “Libertas”, diseñada y puesta en marcha por un lobby anti europeísta, compuesto en su mayoría por organizaciones de extrema derecha y ultra católicas, con el respaldo de los propietarios irlandeses de sendas empresas contratistas militares de Estados Unidos.
El objetivo oculto de esta operación Libertas liderada por Ganley y otros era persistir en su intención de acabar definitivamente con el Tratado de Lisboa desde dentro de las instituciones de la UE. De hecho las movilizaciones financiadas por su lobby contra la Constitución europea –que incluía entre otras cosas que la UE dispusiera de un Ejército Europeo común propio para tener autonomía y no depender de terceros, en clara referencia a actual formato OTAN/EEUU– dieron sus frutos en Irlanda. El voto negativo irlandés al Tratado de Lisboa dio al traste con el proyecto, dada la condición de que para que este siguiera a adelante todos los países miembros –sin excepción– debían votarla favorablemente.
Contratista militar del gobierno de Estados Unidos
Pero Declan Ganley no es un simple empresario que se hizo rico, según las crónicas, con la exportación al puerto de Rotterdam de aluminio siberiano, a través de Letonia, en 1990 tras la Caida del Muro de Berlín. No. Ganley es uno de los principales contratistas militares del Gobierno de Estados Unidos a través de su empresa Rivada Networks LLC, fundada en 2004, especialmente dedicada a suministrar redes de comunicaciones de emergencia para la comunidad de inteligencia civil y militar en cualquier situación. El socio de Ganley en Libertas es otro contratista militar de Estados Unidos. Ulick MacEvaldy, oficial en la reserva de la inteligencia militar de Irlanda tras diez años en el Ejército de su país. En la actualidad es CEO de “Omega Air”, que suministra los aviones de carga y servicios de reabastecimiento de combustible en vuelo a cazas, bombarderos y otros aviones militares o gubernamentales de Estados Unidos.
Tanto Ganley como MacEvaldy empezaron sus negocios como contratistas oficiales de los Estados Unidos bajo el Gobierno de George Bush. En la plantilla de directivos de Rivada Networks hay varios generales, almirantes, contraalmirantes, asesores económicos de la era Reagan, entre otros muchos, además de un vicepresidente de la Seguridad Nacional de Estados Unidos.
“Cinco de los siete miembros fundadores de Libertas Ltd. son empleados de Rivada Networks LLC y muchos de los directores de Rivada Networks son antiguos miembros del personal militar de los EEUU. Rivada Networks suministró tecnología de comunicaciones a la Comandancia Norte del Ejército de EE.UU. así como a la Guardia Nacional en 16 estados, y tres organismos federales. Se ha esgrimido que tiene más de 200 millones en contratos de defensa en los EEUU”, señalan Josep Campabadal y Francesc Miralles coautores del libro De Ciutadans a Ciudadanos. La otra cara del neoliberalismo.
Las sospechas de que el dinero para financiar la creación de Libertas y financiar sus alianzas con partidos europeos –entre ellos Ciudadanos– en su campaña de 2009 hubiera salido de las arcas de las empresas irlandeses registradas como contratistas militares de los Estados Unidos eran más que evidentes. No obstante tales extremos serían desmentidos, precisamente, por los propios promotores de Libertas y máximos responsables de estas empresas contratistas. Tales hechos son recogidos en un cable /telegrama capturado por WikiLeaks.
Este cable confidencial […] se explica que Ganley negó reiteradamente que la creación de Libertas tuviera algo que ver con una operación electoral para movilizar a la ciudadanía europea contra el Tratado de Lisboa con el argumento de que es perjudicial para los Estados Unidos y negó también que la CIA estuviera detrás de la operación.
El cable confidencial desvelado por Wikileaks [muestra] que las facciones neo-conservadores en el Gobierno de Estados Unidos estaban financiando el Movimiento Tratado anti-Lisboa, en un intento de evitar la aparición de un Europa unida que podría desafiar el poder estadounidense.
Más adelante el cable cita de nuevo Ganley y al director ejecutivo en Libertas llamado John McGuirk, que curiosamente trabaja a tiempo completo de Rivada Networks. En este caso –como cabía esperar– dijeron no haber recibido instrucciones ni apoyo alguno de la CIA para potenciar las candidaturas de Libertas en las elecciones al Parlamento Europeo de 2009:
“Ganley y McGuirk negaron estas supuestas teorías de la conspiración y subrayaron que Libertas no ha recibido ninguna financiación de Rivada Networks. Libertas niega que comparta los valores de americanos neoconservadores ya que cree en un orden internacional basado en el respeto y la cooperación entre los pueblos libres del mundo». La organización también afirma que las denuncias de financiación por la CIA son «una mentira y calumnia política», y que «Declan Ganley, Libertas, o cualquier asociado de Libertas nunca han recibido ninguna financiación, el apoyo o el contacto de cualquier tipo de la CIA o cualquier otra entidad similar».
Sin embargo, desde Ganley se niega a explicar cómo Libertas ha financiado su campaña contra el Tratado de Lisboa. Las teorías de la conspiración continúan. «McGuirk dice que Libertas no está dispuesto a publicar su lista de donantes debido a las preocupaciones de éstos que sólo conseguirán ser acosados o enfrentarse a una presión indebida de la clase política”, asegura ese cable confidencial de la Embajada de EEUU en Dublín, firmado por el entonces encargado de negocios, Robert Faucher, y dirigido al secretario de Estado y a la misión estadounidense ante la UE.
No obstante McGuirk aseguró, según Faucher, que “el 10% de la financiación de Libertas se genera mediante fuentes de Internet, mientras el 90% de la financiación proviene de individuos ricos que comparten las visiones políticas de Libertas. Libertas espera conseguir 150-200 millones de euros para las elecciones europeas, bastante por encima de las propias estimaciones de Ganley sobre los 75 millones que constituirían el mínimo necesario para montar una campaña exitosa”.
La operación Libertas-Ciudadanos
Antes de ofertar su integración en la operación Libertas el contratista militar de origen irlandés había recabado mucha información acerca de Ciudadanos, de su líder y sus finanzas, gracias a sus contactos políticos, empresariales, lobbies periodísticos vinculados al Tea Party hispano y de otra índole. De esos contactos el empresario Declan Ganley supo que el partido de Rivera tenía serias dificultades económicas, y que apenas había contado con 300.000 euros para financiar su campaña para las elecciones generales de 2008, y que los resultados electorales fueron un estrepitoso fracaso. Su candidatura al Congreso de los Diputados solo había cosechado poco más 46.000 votos. Y a Ganley le informaron también de que a Rivera le gustaba mucho el poder y el dinero, aunque sus gargantas profundas no le aclararon cuál era el orden de sus preferencias.
Con esta información, el contratista militar decidió ponerse en contacto con el presidente de Ciudadanos, con quien se reuniría poco después, a principios de marzo de 2009. En ese encuentro, el irlandés le puso sobre la mesa que tendría dinero y mucho si sumaba su partido (Ciudadanos) a su «proyecto Libertas” para ir juntos a las elecciones europeas con organizaciones contrarias al Tratado de Lisboa –hasta 15 en ese momento– y siempre bajo el paraguas de la formación presidida por Ganley. Y Albert Rivera tardó apenas unos minutos en decir que sí, a pesar del pelaje de los que iban a ser sus futuros compañeros de viaje, como los movimientos antiabortistas y los ultra católicos más inmovilistas.
Entre ellos “La Liga de las Familias Polacas” (LPR), partido de marcada impronta católica que formó parte del Gobierno de los gemelos Kaczynski, y además debía incluir en su lista europea al dirigente de “Provida” imputado en varias causas por actos violentos Jesús Poveda. La oferta económica de Ganley para Rivera era de entre dos y tres millones de euros por aceptar. Llegado al acuerdo sólo faltaba encontrar un cabeza de lista mediático para a candidatura Libertas-Ciudadanos.
El propio Rivera reconoció en 2009 esta negociación y su aceptación: “Cuando se pone sobre la mesa esa cantidad de dinero te lo planteas. Es uno de los parámetros que hemos tenido en cuenta”, manifestó a Javier Gómez.
Aceptado el acuerdo de concurrir juntos con los euroescépticos Rivera se puso en contacto con Julio Ariza, de Intereconomía, para que le facilitara el teléfono de Miguel Durán, contertulio habitual de El Gato al Agua, ya que quería proponerle ser el cabeza de lista al Parlamento Europeo de Libertas-Ciudadanos. Y tras cenar juntos en el restaurante Príncipe y Serrano de Madrid el 25 de marzo de 2009 –perteneciente al Grupo Arturo propiedad del ex presidente de la patronal madrileña Arturo Fernández– el acuerdo quedó cerrado. Sólo restaba el encuentro entre Durán y el contratista militar irlandés Ganley.
El 14 de abril, apenas 20 días después, Miguel Durán se reunía a comer con Ganley en presencia de Albert Rivera y el director de Intereconomía Julio Ariza, que actuaron como testigos de la firma de aceptación de la candidatura con Libertas, en sendos ejemplares redactados en inglés y castellano. Más que un acuerdo electoral, todo apuntaba a un contrato empresarial. El almuerzo se celebró en un reservado del mismo restaurante ubicado en el número 240 de la calle Serrano.
Lo siguiente ya lo sabemos, la candidatura “Libertas-Ciudadanos” fracasó estrepitosamente: apenas obtuvo un 0,18% de los votos. Y al no tener representación parlamentaria tampoco se benefició de las bonificaciones económicas electorales europeas.
A tenor de la ausencia de cuentas de Ciudadanos acerca de las elecciones europeas de 2009 nada se sabe sobre adónde ha ido a parar y en qué se gastó Rivera esa millonada de los contratistas militares de los servicios de inteligencia norteamericanos.
Arcadi Espada, uno de los padres de la criatura política Ciudadanos, no se anduvo por las ramas a la hora de criticar con dureza tanto el acuerdo político con Libertas como al propio Albert Rivera en un artículo publicado en El Mundo: «Esta coalición es un epitafio. Han creado un paquebote de losers [perdedores]. Una deriva grotesca que les alía con lo peor del nacionalismo europeo. Con la hez europea. Y todo por una persona [Albert Rivera] sin capacidad de análisis político ni ético».
Según otro dirigente de Ciudadanos, “estamos aquí por la ambición de un niño con cara bonita, sin ideología ninguna y capaz de casarse con quien le garantice poder y una portada”.
Este martes, durante el programa La noche en 24 horas de TVE, Albert Rivera ha asegurado que nunca ha aceptado donaciones de ninguna empresa armamentística, que siempre ha devuelto los créditos y que se paga las campañas con las cuotas de afiliados y lo que recibe de los diputados.
Fuente: http://www.publico.es/politica/contratistas-militares-eeuu-financiaron-2009.html