Durante el fin de semana la policía sueca ha detenido a cuatro personas acusadas de la agresión.
Las agresiones, según un panfleto distribuido por el Movimiento de Resistencia Sueco (una organización de filiación neonazi centrada en proteger la pureza racial del país escandinavo) iban dirigidos especialmente contra los niños de origen africano.
Según el diario Aftonbladet, el panfleto se titula “¡Ya basta!” y amenaza con propinar “a los niños norteafricanos de la calle” el “castigo que se merecen”.
El texto no deja lugar a dudas, afirmando que el ataque pretendía “limpiar de inmigrantes criminales del norte de África asentados en el área alrededor de la Estación Central”.
El panfleto nazi también celebra la muerte de una trabajadora social que fue apuñalada hace unos días en un albergue para niños inmigrantes huérfanos.
En su comunicado los nazis añaden que durante mucho tiempo los emigrantes “han robado y molestado a los suecos. La policía ha mostrado claramente que le faltan los medios para mantener a raya sus crímenes, por lo que no vemos otra alternativa que darles nosotros mismos el castigo que merecen”.
Desde el año pasado Suecia ha recibido al menos a 160.000 refugiados.