El informe de la inspección interna del Ministerio del Interior divulgado el jueves es el resultado de una investigación realizada durante los dos últimos años y hasta el pasado mes de marzo. El encargo lo realizó la actual primera ministra británica, Theresa May (Partido Conservador), cuando era titular de Interior.
El documento señala que los agentes abusaron de prostitutas, víctimas de violencia doméstica o, incluso de una adolescente de 15 años que acudió a denunciar una violación. Otras de sus víctimas fueron personas con problemas de drogas y alcohol.
El abuso de autoridad con fines sexuales, recoge el texto, es la forma «más grave» de corrupción que afrontan las fuerzas del orden en Inglaterra y Gales, las regiones incluidas en el documento.
Amber Rudd, ministra del Interior, calificó el informe de «escandaloso». Mike Cunningham, inspector a cargo de las pesquisas, reclamó a las fuerzas del orden un papel más activo a la hora de combatir este fenómeno. «¿Qué puede ser peor que un protector abuse de la confianza de una persona abusada?», denunció.
Amber Rudd, ministra del Interior, también calificó el informe de «escandaloso» y alertó de que «perjudica a la Justicia y la confianza de la población» en la policía.
El Consejo Nacional de Jefes de Policía consideró que esta situación no puede justificarse.