Esta tarde la policía ha detenido en París a 142 manifestantes al menos cuando protestaban contra la ley de seguridad que prepara el gobierno y que concentró a varios miles de personas en varias ciudades francesas.
Uno de los detenidos es un periodista que al final de la manifestación permaneció en la Plaza de República. Llevar un chaleco y un casco identificador no le sirvió de nada.
Por tercera semana consecutiva unas 5.000 personas se han concentrado en el centro de Paris y de otras ciudades contra un ley que, en definitiva, consagra el terror policial y su impunidad.
Tras los disturbios de semanas anteriores, los convocantes trataron de evitar que hubiera manifestación en París, por lo que se agruparon en otras ciudades y no pudieron impedir las cargas policiales, las barricadas y los enfrentramientos con la policía.
Ni siquiera pudieron impedir que en París también se concentrara una manifestación a primera hora de la tarde de hoy.
Nada más agruparse, la policía cargó y comenzaron las detenciones indiscriminadas. Al final, en la Plaza de la República un manifestante fue gravemente herido por la policía en la cara y tuvo que ser evacuado de urgencia.
En Lyon la policìa también cargó, lanzaron gases lacrimógenos y chorros de agua a presión contra las 5.000 personas que desfilaban por las calles. La policía admite haber detenido a cinco manifestantes.
Los mismos enfrentamientos con la policía se sucedieron en Poitiers, al finalizar la manifestación.
La ley de seguridad ya ha sido aprobada en primera lectura por los diputados y, aunque ha sido retirada, las manifestacionesde protesta no han cesado.
A la controvertida ley se le une otro proyecto que sigue provocando a los musulmanes.