La más importante de ellas se produjo en Atenas, donde los manifestantes marcharon desde la Plaza Syntagma, frente al Parlamento heleno, hasta la sede de Amanecer Dorado, tras recorrer algunas de las principales calles del centro de la capital griega.
Los manifestantes, que habían sido convocados por sindicatos, inmigrantes y la asociación antifascista KEERFA, llevaban pancartas de recuerdo a Fyssas y de repulsa a, entre otros, el partido neonazi Amanecer Dorado, uno de cuyos militantes está considerado el presunto autor del asesinato.
Asimismo, entre las consignas que coreaban los manifestantes se escucharon algunas en recuerdo a la militante antirracista Heather Heyer, muerta el pasado mes de agosto en la ciudad estadounidense de Charlottesville al ser atropellada por un fascista blanco que arremetió con su coche contra una manifestación popular.
La marcha recorrió la calle Vasilis Sofías, una de las arterias principales de la capital griega, vigilada de cerca por las fuerzas de seguridad, que blindaron puntos clave y escenarios de tensión de manera habitual, como las oficinas de la Unión Europea y la embajada de Estados Unidos.
“Estamos manifestándonos para protestar contra Amanecer Dorado y pedimos el cierre de sus sedes por toda Grecia, que son la base de los neonazis”, clamó ante la multitud el director de KEERFA, Petros Konstantinu.
“Han pasado cuatro años desde la muerte de Fyssas y el juicio contra Amanecer Dorado debe concluir y los neonazis deben ir a la cárcel”, subrayó.
El juicio contra el supuesto autor del asesinato y otros 68 miembros del movimiento nazi que se enfrentan a acusaciones de dirección y pertenencia a organización criminal, además de otros delitos, avanza lentamente y nadie ha sido condenado por el momento.
También en Salónica, la segunda ciudad de Grecia, se produjo una concentración, aunque menos numerosa, que partió del centro de la ciudad y que terminó en la sede neonazi, aunque la policía bloqueó el acceso desde la Universidad Politécnica para evitar incidentes.