Se trataba de viejos y nuevos nazis, veteranos de la Segunda Guerra Mundial y miembros de organizaciones paramilitares unidos para una marcha contra lo que consideran como una “capitulación” ante Moscú.
Los manifestantes agitaron banderas nazis, ucranianas y pancartas que proclamaban “¡Abajo los traidores!”, “¡Gloria a Ucrania!”, con consignas contra la lengua rusa, ampliamente habladas en Ucrania, especialmente en el este y el sur del país.
La manifestación la convocaron con motivo del Día del Defensor de Ucrania, un día festivo que ha marcado la fundación del UPA que combatió al Ejército Rojo en la Segunda Guerra Mundial junto a la Wehrmacht.
Desde el Golpe de Estado de 2014 las milicias de Donbas combaten al gobierno ucraniano, una guerra que ha dejado casi 13.000 muertos.
Los acuerdos de paz firmados en Minsk en 2015 redujeron los combates, pero el gobierno de Kiev nunca ha aplicado sus aspectos políticos. El proceso de paz, estancado desde hace años, ha registrado tímidos progresos en los últimos meses.
En las elecciones presidenciales de abril venció Volodymyr Zelensky, un actor político novato, que ha reanundado las negociaciones con Rusia, lo que condujo a un importante intercambio de prisioneros en septiembre.
El gobierno de Kiev convalidó un acuerdo que exige el aumento de la autonomía de la región del Donbas, que los nazis no aprueban porque lo consideraron una concesión inaceptable.
Acusado de “capitulación” por los nazis, el Presidente ucraniano se ha defendido insistiendo en que la autonomía sólo podría ser el resultado de elecciones libres y una vez que las milicias hayan sido desarmadas.
Una primera manifestación contra el proyecto autonómico reunió al menos a 10.000 personas en Kiev a principios de octubre.