Los síntomas del desplome son muchos: el continuo retroceso de los grupos armados en Latakia, Alepo y otras zonas, la continuidad de los bombardeos rusos y sirios, que ha destruido una gran parte de la infraestructura de los grupos terroristas y de sus almacenes de armas y municiones, las rendiciones y deserciones y la muerte de un gran número de terroristas, incluyendo varios de sus comandantes.
Con sus ofensivas actuales en Latakia, Alepo y Hama, el ejército regular intenta aislar el norte del centro de Siria y cortar las rutas de aprovisionamiento de los grupos armados. La mayor parte de dichas rutas están ahora bajo el control o al alcance de la artillería siria.
La toma del Monte Nuba ha supuesto un gran logro para el ejército regular y sus aliados debido a la importancia estratégica de la región y a su proximidad a Turquía. La montaña se encuentra a dos kilómetros de la carretera entre Selma y Latakia.
En Latakia el ejército regular ha llegado a los alrededores de Selma, el mayor bastión de los yihadistas en la provincia. Es el punto desde el cual los terroristas han estado lanzando cohetes contra Latakia. Se espera una operación terrestre para tomar esta ciudad en breve plazo.
El avance del ejército regular en Latakia impide los planes turcos para anexionarse las zonas turcomanas que viven en el norte del país creando una zona colchón en Siria. Uno de los ejes principales de esta zona iba a ser el área estratégica del Monte de los Turcomanos y otras áreas montañosas del norte de Siria.
El golpe mortal a los planes turcos será la conquista de Selma. La toma de la misma supondrá también la liberación de las restantes zonas del norte de Latakia que continúan en poder de los yihadistas y tendrá efectos inmediatos en otros frentes.
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