Además de MQ-1 Predator, el CPB también dispone de drones militares Male MQ-9 Reaper.
Los narcos utilizan técnicas informáticas de “spoofing” para interceptar los GPS de los drones, por lo que la CPB no puede cartografiar las rutas que siguen para introducir los alijos de drogas por la frontera de Río Grande.
Toda tecnología tiene su contrapartida. No es la primera vez que se consigue inutilizar un dron. En 2009 el diario Wall Street Journal informó que los insurgente chiítas irakíes también interceptaron el flujo de vídeo que nviaban los MQ-1 Predator de la aviación de Estados Unidos mediante programas concebidos para piratear la seal de televisión vía satélite.
Entonces ese tipo de programas se vendían por 26 dólares en internet.
El costo de una hora de vuelo de cualquier dron es mucho mayor de lo que se suponía inicialmente. Ha pasado de 2.468 dólares a 12.225 dólares. A causa de ello, hay largos tramos de la frontera entre México y Estados Unidos que quedan a oscuras, sin vigilancia.
Hasta la fecha las nuevas tecnologías no han superado a las viejas. Sólo el 2 por ciento de los narcos han sido capturados gracias a los drones.