En solo dos años ha aumentado en dos millones el número de familias obreras que no pueden hacer frente al pago del recibo de la luz. Si cada familia se compone de tres miembros, eso supone 6 millones de trabajadores que pasan frío en invierno y calor en verano, que no pueden cocinar, que se duchan con agua fría y que no pueden poner en funcionamiento absolutamente ningún electrodoméstico.
A causa de la fala de calefacción se están produciendo muertes prematuras en invierno, especialmente de ancianos. Hasta 7.200 fallecimientos podrían evitarse si se erradicara el problema, según el sistema de medición de la Organización Mundial de la Salud.
Según un estudio de la Asociación de Ciencias Ambientales, el porcentaje de hogares que tienen que destinar una cantidad desproporcionada de sus ingresos a pagar facturas de luz y gas subió en 2012 hasta el 16,6 por ciento, lo que supone unos siete millones de personas, frente al 12,4 por ciento registrado en 2010, equivalente a cinco millones.
En 2012 los monopolios cortaron el suministro de luz por impago a 1,4 millones de familias, más del doble que en 2006) y han amenazado con que este año se producirá un repunte en el precio de la electricidad.
Iberdrola ha advertido que este año el precio de la electricidad en el mercado mayorista podría situarse en España en torno a los 58 euros por megavatio hora de media, cifra superior a la media de 42,06 euros en 2014 recogida por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia en sus informes.
En la misma línea, el consejero delegado de Gas Natural Fenosa, Rafael Villaseca, estimó que este año habrá “un cierto repunte” en los precios del mercado mayorista de la electricidad, tras un ejercicio el año pasado que fue “singularmente bajista” debido a las condiciones meteorológicas.
Finalmente, el consejero delegado de Endesa, José Bogas, vaticinó también un aumento para 2015 en el precio de la electricidad, así como un incremento en la demanda doméstica.
A partir de 1996 el gobierno privatizó empresas de sectores estratégicos, entre las que se encuentran Gas Natural (1996), Endesa (1997), Enagás (1998) o Red Eléctrica (1999), con el pretexto de de fomentar la competencia y beneficiar al consumidor con precios más económicos.
Sin embargo, las tarifas no han hecho más que incrementarse. Según informa Facua-Consumidores en Acción, la privatización de las empresas estatales de electricidad provocó el encarecimiento del precio de la electricidad en un 78 por ciento durante la última década.
Desde la privatización los beneficios de los monopolios eléctricos no paran de crecer. El año pasado las tres grandes empresas eléctricas con actividad en España -Endesa, Iberdrola y Gas Natural Fenosa- obtuvieron unos beneficios netos de 7.125,5 millones de euros, lo que supone un 20,8 por ciento más que los 5.896 millones de euros ganados en 2013.
Estos beneficios millonarios contrastan con los cortes de luz y el frío en los hogares del proletariado y los pensionistas.